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Actualizado: 16 de noviembre de 2025
Paris desafía a Menelao, y luego se vuelve atrás; pero la misma hermosísima Helena le llama cobarde, y Paris, el príncipe bello que enamora a las mujeres, consiente en pelear, carro a carro, contra Menelao, con lanza, espada y escudo: vienen los heraldos, y echan suertes con dos piedras en un casco, para ver quién disparará primero su lanza.
O se paraban en la calle las gentes, a ver pasar a los dos recién casados, con la túnica del novio cosida a la de la novia, como para pregonar que estaban juntos en el mundo hasta la muerte; y detrás les corría un chiquitín, arrastrando su carro de juguete.
¡Sí, sí, mamá! exclamó la joven, entusiasmada al ver que se iba decididamente a la guerra ; vamos a trabajar muchísimo; pasaremos la noche velando, si es preciso. El señor Lorquin quedará satisfecho. ¡Pues bien! ¡En marcha! Usted comerá con nosotros, doctor. El carro partió al trote.
Y, volviéndose al leonero, le dijo: ¡Voto a tal, don bellaco, que si no abrís luego luego las jaulas, que con esta lanza os he de coser con el carro!
Cuando se acercó el carro al árbol fatal, observamos que contenía una tosca caja oblonga, hecha al parecer de tablas de sluice medio rellena de cortezas y ramillas de pino. Formaban parte de la ornamentación de la carreta recortes de sauce y unas cuantas docenas de flores de mucho olor.
La señora Lefèvre nunca había sido más feliz; cuando subió al carro que la esperaba, besó a Luisa y le dijo al oído: Todo va bien... Juan Claudio es un hombre...; todo lo prevé... y sabe arrastrar a la gente... Yo, que le conozco hace cuarenta años, estoy asombrada.
Dejáronle y, sacándola, abrióla; y echando en un vaso un poco de vino, salió con la lana y estopa un vino salvaje, tan barbado y velloso que no se podía beber ni colar. Entonces acabó de perder la paciencia el viejo, pero viendo las descompuestas carcajadas de risa, tuvo por bien el callar y subir en el carro con los rufianes y las mujeres.
Charlat. Alguna vez puede esto ser un poco útil; pero si se considera el estrépito con que algunos han tratado estas materias, bien se podrán comparar á la mosca, que andando sobre la rueda de un carro, decia: ¡Quánto polvo levanto! Otros emplean gruesos volúmenes en explicar una sola voz de algun Escritor antiguo.
17 Mas reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá. Entonces el rey Roboam se esforzó a subir en un carro, y huir a Jerusalén. 22 Mas vino palabra del SE
13 Y los de Bet-semes segaban el trigo en el valle; y alzando sus ojos vieron el arca, y se regocijaron cuando la vieron. 14 Y el carro vino al campo de Josué bet-semita, y paró allí porque allí había una gran piedra; y [ellos] cortaron la madera del carro, y ofrecieron las vacas en holocausto al SE
Palabra del Dia
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