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Actualizado: 17 de julio de 2025
El campesino hace represas para recoger el agua de las lluvias y dar de beber a sus ganados.
Cuando llegué al fin, sano y salvo á la parte opuesta, sentí no haber tenido la buena idea del campesino austríaco, que esperaba cándida y pacientemente sobre las orillas del Danubio, que el río cesara de correr: algunas horas después de mi paso, el Chiruá no era más que un débil hilo de agua, serpenteando por entre las piedras, que hubiera podido franquearse saltando de una á otra orilla.
Poco numerosos son los agricultores que han sabido resolver ya ese problema, hallando el medio de dominar al arroyo, dirigiéndolo á su gusto. Durante el verano la corriente no es más que un pequeño hilo líquido, y el campesino se queja; en otras épocas, en la primavera y el otoño, según los climas, el arroyo se sale de madre y el campesino se queja también.
Baja entonces del cielo el arcángel San Miguel para refrenarlos, y al mismo tiempo para enmendar las faltas cometidas por el Monarca. Vístese el traje real mientras el soberano se baña, y toma su cuerpo y sus facciones desfigurando la fisonomía del Rey, vistiéndolo de campesino.
El chófer, un artillero de pelo rojo y aspecto campesino, que lleva sobre el uniforme un chaquetón de caucho, increpa á la muchacha, la insulta por el sobresalto que le ha hecho sufrir. Ella, como si no le oyese, le dice con autoridad, tuteándole: Vas á llevar á estos dos viajeros. Es ahí cerca, á la Bastilla. La sorpresa deja estupefacto al soldado. Luego ríe ante lo absurdo de la proposición.
Pero ya que este frailecico rubio no quiere oir vuestras trovas, ni vos las cantaréis hoy, ni vos, seor bravucón, lo echaréis á él de esta venta. ¡Rayos de Dios, y qué justicia mayor nos ha caído hoy encima! exclamó poniéndose en pie un ceñudo campesino. ¿Habéis acaso comprado El Pájaro Verde? preguntó otro. Ved que no sólo el paje llorón sino vos también váis á dar de bruces en el camino.
Lo que de mí tengo que decirle es poca cosa, y podría reducirse a algunas palabras nada más: un campesino que se aleja un momento de su aldea, un escritor descontento de sí mismo que renuncia a la manía de escribir; y el techo de la casa nativa destacándose sobre el comienzo y el final de su historia.
Cuando el falso Constantino va con su joven esposa á la corte del emperador Constancio, llega también el cadáver del asesinado, siendo tan grande la semejanza entre ambos, que hasta su mismo padre duda si su hijo es el muerto ó el vivo; el engaño se descubre, sin embargo, por la intervención de un campesino, y en su consecuencia, es condenado Cloro á perder la vida; pero sobreviene en tan crítico momento Elena, madre del último, y declara que en su juventud ha sido amada por Constancio, y que el fruto de este amor ha sido Cloro, cuyo nombre verdadero es también Constantino.
Este sabía que existía aquí un seguro escondite, pues había vivido en este distrito siendo joven campesino; por lo tanto consiguió, en los meses de junio, julio y agosto de 1870, trasladar secretamente una gran cantidad del tesoro del Vaticano y guardarlo en este lugar, con el fin de salvarlo de las manos del enemigo.
De treinta y cinco á cuarenta años de edad, flaco, rasurado al estilo campesino, dejando no obstante unas cortas patillas por bajo de las sienes para sentar que no lo era, de ojos pequeños y aviesos que bailaban constantemente de un lado á otro en busca de alguna víctima, de pelo ralo y labios finos contraídos por sonrisa burlona.
Palabra del Dia
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