Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de mayo de 2025
Antes, cuando se veía a Belarmino, había que pensar: San Francisco, el de Asís, debía de ser una persona semejante, en el rostro. Ahora, Belarmino era cabalmente el remedo animado del San Francisco, de Luca de la Robbia; puras y pueriles facciones, ojos vitrificados, anchas las sienes. También Platón tenía las sienes anchas.
Mostróse enterada de él por ciertas señales que nunca mienten, y me dijo que «por su parte... cuando juere ocasión de eyu... si a mí no me paecía mal...». Cabalmente me parecía todo lo contrario; y con esto, y con convenir los tres en que la ocasión de «eyu» podía ser, y sería, después de pasar el rigor de los lutos que llevaban por mi tío, se dio el asunto por terminado como yo deseaba y Pito Salces también.
Cabalmente he venido tan de madrugada, por averiguar de sus sirvientes, mientras ustedes descansaban, qué era lo que habían echado más en falta anoche, para disponer con tiempo el remedio. ¡Cómo había de sospechar yo que después de las fatigas del viaje?...
El árabe le obliga a soltar el albornoz y rechaza al judío... No sabe nada, no ha presenciado nada: cabalmente en aquel momento miraba a otro lado. Tú, sí, Kaddur, tú lo has visto... has visto al cristiano cuando me pegó grita el infeliz Iscariote a un negrazo que está mondando un higo chumbo.
Cabalmente el día en que nosotros entramos en la villa con esta narración, había en las Casas Consistoriales reunión de contribuyentes para tratar de este perdurable asunto, con motivo de haber ido a las Cortes un diputado natural de un pueblo inmediato, al cual representante iba a encomendarse la tarea, no floja, de conseguir del Gobierno la protección tantas veces intentada en vano por el vecindario de la villa.
Pero tal solución, en fuerza de ser sencilla y de ser generalísima, es nula, porque borra todas las diferencias históricas, merced a las cuales viven cabalmente y medran, siendo igualmente necesarios para el progreso del arte el llamado idealismo y el llamado naturalismo o realismo.
Cabalmente hacia la época en que Hans Sachs y Rosenblüt , no obstante su rudo ingenio y dotes poéticas populares, echaban los cimientos de su literatura dramática, que hubiesen podido servir á poetas posteriores para darles forma más perfecta, abrieron los eruditos con sus piezas latinas un abismo entre la comedia popular y el drama clásico de más altas pretensiones.
Versará el discurso sobre algún asunto importante para la provincia que usted representa. Cabalmente exclamó don Simón, mientras el otro escribía con el lápiz en una cuartilla, sobre el mármol de la contigua chimenea. A ver si es esto dijo a poco rato el periodista, leyendo al diputado lo que había escrito.
Cabalmente en ambas épocas despedia la mas codiciada luz, difundiéndola hasta las gélidas regiones septentrionales, la escuela artística de Bizancio: Justiniano y los Porfirogénitos fueron en ellas verdaderos faros para los otros reyes de Europa.
Leticia, en opinión de Ángel, era «una gran señora», de mucho entendimiento, y amiga y contemporánea de la marquesa; se interesaba vivamente por la suerte de Luz, y parecía quererle mucho; a él, a Ángel, no se diga..., hasta vergüenza le daba no haber correspondido, con una triste visita siquiera, al cariñoso empeño con que ella se las pedía cada vez y donde quiera que le encontraba... Cabalmente la víspera, yendo él por la Carrera de San jerónimo hacia el Prado, subía ella en carruaje.
Palabra del Dia
Otros Mirando