United States or Mali ? Vote for the TOP Country of the Week !


Jamás se la veía surcar las cálidas corrientes del Mediodía, lo cual dió margen á que se observara la corriente, y trajo el descubrimiento esencial de la verdadera ruta de América á Europa. De Europa á América, uno es llevado por los vientos alisios.

La figura de la muchacha, el brillo de sus ojos, las inflexiones cálidas y pastosas de su timbrada voz de contralto, contribuían al sorprendente efecto de la lectura. Al comunicar la chispa eléctrica, Amparo se electrizaba también. Era a la vez sujeto agente y paciente.

Los negros muros y el romántico campanario de la iglesia, unen en verano el umbrío fresco de su sombra a la sombra de la cerca de avellanos, dando a aquella parte del jardín un aspecto especial de oscuridad y recogimiento como la melancolía de un santuario. Este era el lugar predilecto de nuestra madre durante las cálidas horas del mediodía en la estación de las recolecciones.

Ella le acarició, prometiéndole un regalo para más tarde, y como algunas lágrimas ardientes cayesen entonces sobra la piel tigresa del animal, volvió éste hacia la niña sus ojos mortecinos llenos de mansedumbre y le dijo algo piadoso en su bárbaro lenguaje; después lamió con delicia las gotas cálidas del llanto y tornó a sus arqueos y a sus ronquidos amistosos.

Resulta de observaciones multiplicadas que la quina goza de mayor eficacia en las estaciones cálidas y templadas, en lugares bajos ó pantanosos, en personas debilitadas por fuertes sudores durante sus trabajos ó en los grandes calores; en los que han sufrido pérdidas considerables por evacuaciones sanguíneas, por purgantes, por supuraciones; en los que abusan de bebidas acuosas ó gaseosas y cargadas de ácido carbónico; en los temperamentos linfáticos, linfático-sanguíneos, y en los casos de debilidad general con flojedad.

Ojeda se comparaba a ciertas vasijas en cuyo interior los líquidos más dulces se agrían, perdiendo su perfume. ¡Ay, el doloroso recuerdo de lo que dejaba atrás!... Un sentimiento confuso de despecho y envidia uníase a su tristeza. Así como el buque iba entrando en los mares tranquilos de inmóvil esmeralda, en las noches cálidas pobladas de titilaciones de espuma y de luz, parecía transformarse.

En las sombrías aguas marciales cargadas y sobrecargadas de hierro, en las muy cálidas aguas termales, encontraréis ese ligero mucus y esas criaturillas que se asemejan á gotas apenas desarrolladas, pero que oscilan y se mueven. No importa cómo se las clasifique, ni que Candolle las honre con el nombre de animales, y que Dujardin las relegue al último rango de los vegetales.

En la altura, pinos y robles, las plantas todas de la región andina: en el fondo, allá en el valle que se descubre entre el vértigo, la lujosa vegetación de los trópicos, la savia generosa de la tierra caliente, la palmera, la caña, y revoloteando en los aires que miramos desde lo alto, como el águila las nubes, bandadas de loros y guacamayos que juguetean entre los vapores irisados, salen, desaparecen y dan la nota de las regiones cálidas al que los mira desde las regiones frías.

Me apodero de ella, la tomo, la aprieto. ¡Pobre criatura! ¡pobre criatura! Y de repente, me siento presa... de un «santo ardor» diría, si quisiera ser patético... En fin, en medio de mi aflicción, encuentro palabras hermosas, cálidas, para tranquilizarla. Mira, Yolanda le digo; eres ahora mi mujer. Lo que está hecho, está hecho, y misma lo has querido así.

Las golondrinas surcaban el aire, y por las noches, cuando los vencejos cesaban de perseguirse lanzando agudos chillidos, salían los murciélagos, y aquel raro enjambre que parecía resucitado en las cálidas noches, comenzaba su incierto revoloteo en derredor de las viviendas. Desde que comenzaba la recolección del heno la vida del campo era de constante fiesta.