Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de septiembre de 2025
I en tanto que por Sevilla andaban tan poderosos i bravos los jueces de este tribunal, ya en la vecina ciudad de Córdoba habian comenzado á ejecutar grandisimos rigores. Una de las primeras personas reducidas á cenizas por judaizantes fué Pedro Fernandez de Alcaudete, tesorero de aquella iglesia.
De mí sé decir que nada ha producido en mi espíritu una impresión más sombría y solemne a la vez, y que por ello tengo a los sacristanes y monaguillos en opinión, no diré de santos, sino de ser los hombres de más hígados de la cristiandad. ¡Me río yo de los bravos de la Independencia!
¿De España decís? ¡Ah! Infortunada expedición en la que tantos bravos ingleses han sacrificado las vidas que Dios les concediera. Hoy mismo he dado mi bendición á una noble dama que ha perdido cuanto amaba en esa cruel y lejana guerra. ¿Qué decís? preguntó Roger con vivo interés.
Pues si mi criado te confiesas, mándote que te entres, que lugar hay en este calabozo andante, y que me expliques... Con mil amores, don Francisco; pero esperad, voy á dar á mis bravos muchachos la orden de que nos volvamos á Madrid. ¿Conque á Madrid nos volvemos? De orden superior. Como quien dice, de orden de su majestad el dinero. ¿Pues á quien otro obedezco yo?
Cuando las huestes de Rosas Pisaron de Oriente el suelo, Al toque de la corneta Seis mil bravos acudieron: A su cabeza se vió Al héroe antiguo de Haedo, Acaudillando los bravos Que de la patria en el seno Heróicos se levantaron En sosten de sus derechos.
¡Qué alegría, el día anterior, llegando de improviso a la estrecha oficina, levantar en sus robustos brazos a la tía querida que frisaba ya en los cincuenta años y cuyas sienes estaban adornadas por algunos hilos de plata, y oprimirla contra su pecho, en el que brillaba la cruz de los bravos!... ¿Eh? tía Liette, las dos forman un par exclamó gozoso señalando a la del comandante.
En otros tiempos remotos, dolor de la gente mora, que de Granada recuerda la prepotencia y la gloria, aquella casa, hoy hundida, alcázar fué y noble joya de bravos Benimerines, noble linaje que goza por sus preclaras hazañas alto renombre en la historia.
Los bravos marinos, al poner el pie en tierra, no despegaban los labios, manteniéndose tan pacíficos como eran bulliciosas y magníficas sus esposas, y ejerciendo la autoridad paternal sobre sus hijos. El marido seguía al pie de la letra la sentencia del poeta romano: «Afortunado de no ser nada en mi casa.»
Era un Febrer, un verdadero Febrer. La isla producía mozos bravos como siempre. La buena doña Purificación, madre de Jaime, tuvo un grave disgusto y una alegría maternal al saber que cierta hembra escandalosa había llegado a la isla en seguimiento de su hijo.
Acostose sin cenar casi, ni hablar con nadie; permaneció largo rato sentada en la cama, tardó mucho en desnudarse, lloró sin saber por qué, se le olvidó rezar y, por fin, al deslizarse entre las sábanas sintiendo las frías caricias del lienzo, tornó a sus pasadas ilusiones, antojándosele que el ruido de los coches que pasaban por la calle era estrepitoso rumor de aplausos y que las voces de los vendedores de periódicos eran bravos frenéticos.
Palabra del Dia
Otros Mirando