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Actualizado: 2 de junio de 2025
Aunque parezca novelesco, no es menos cierto, si merecen fe testimonios irrecusables, que Cervantes trazó entonces un nuevo plan, más atrevido aún que los anteriores . Su objeto era promover un levantamiento de todos los esclavos de Argel, y apoderarse de la ciudad para entregarla á Felipe II; y á pesar del cuidado con que se le guardaba, encontró medio de plantear su propósito.
El padre Ambrosio me vio, se levantó, dejó sobre una pequeña mesa el plato donde tenía las patatas mondadas, y me salió alegremente al encuentro; con timidez sí; pero no con una timidez de vergüenza, sino con su timidez característica. ¡Ah! exclamó usted por aquí, cuanto me alegro. Yo debiera haber ido a verle a usted. ¡Oh! de ningún modo. Sí, sí, pero no me he atrevido.
El conde no se hubiera atrevido jamás a dar un millón a un gentilhombre. El señor Le Bris, que conocía al duque, cumplió su comisión fácilmente. Le llevó una inscripción de cincuenta mil francos de renta y le dijo: Señor duque, he aquí la salvación de la señora duquesa. ¡Y la mía! añadió el viejo . Usted nos ha prestado un gran servicio, doctor, y desde este momento queda al servicio de mi casa.
Cuando otro falta a una mujer, cuando otro es insolente, él es sólo atrevido, amable; las bellas que se enfadarían con otros, se contentan con decirle a él: «¡No sea usted loco; ¡Qué calavera! ¿Cuándo ha de sentar usted la cabeza?» Cuando se concede que un hombre está loco, ¿cómo es posible enfadarse con él? Sería preciso ser más loca todavía.
¡El capitán Pérez!... ¿Conque tú también te lo tragaste?... Y refirió en seguida la historia de esa invención, explicando que no se había atrevido a contar la verdad a su hermano, por temor de que reprobara su mentira...
A lo cual no contestó el alférez, sino que dijo a uno de sus amigos dijese a don Baltasar que tales cosas no podían decírsele a él, no ya públicamente, sino que ni aun en secreto, sin que él cortase, quemase la lengua y arrancase el corazón al que a tanto se había atrevido.
Estás tan feo, Que no me acuerdo, si no eres Demonio que persiguiendo Me estás. No, vuelve á sentarte. Sí haré. Yo, Nerón soberbio, Soy el clérigo á quien distes De puñaladas. ¡Yo! Es cierto. Mas anduviste atrevido; Y aunque fué justo tu celo, Ni á mí, Rey, me respetastes, Ni era tuyo aquel empeño. ¿A mí mi hermano? ¡Qué dices! Suelta el puñal. Ya le suelto.
A los gritos del soldado acuden otros muchos, y Don Juan de Austria, Don Lope de Figueroa y otros capitanes españoles rodean al atrevido, que ha penetrado sólo en el campamento español para vengarse y matar al asesino de su amada; pero Tuzaní se abre paso con su espada, á pesar de la muchedumbre que lo rodea, y se pone en salvo en parajes inaccesibles de aquellas montañas.
Sépase, pues, que era un buen mozo en toda la extensión de la palabra: alto, ligero, bien formado, cabello negro, ojos negros también y llenos de fuego y de dulzura. La color trigueña, la dentadura blanca, los labios finos, aunque relevados, lo cual le daba un aspecto desdeñoso; y algo de atrevido y varonil en todo el ademán, a pesar del recogimiento y de la mansedumbre clericales.
Perdonad, pero fuísteis atrevido é imprudente... Yo creía que érais otra mujer... una dama principal y nada más, y quise que me quedase algo vuestro por donde pudiera encontraros. Cuando vi esa joya, ya no tenía remedio... ya habíais desaparecido... entonces me pesó haberos hecho escuchar...
Palabra del Dia
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