Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !


Di un salto en el asiento y me apresuré a abrir la ventanilla, clavando mis ojos ansiosos en la oscuridad de la llanura.

Yo era en aquel tiempo un fatuo, muy envanecido de mi nombre, de mi juvenil importancia y de mis pobres triunfos de salón; pero tenía el corazón sano, adoraba á mi madre, con la que había vivido durante veinte años en la más estrecha intimidad que pueda unir dos almas en este mundo; me apresuré á asegurarle mi obediencia: ella me dió las gracias inclinando la cabeza con una triste sonrisa y me hizo besar á mi hermana dormida sobre sus rodillas.

Apresuré el paso y me metí en mi casa... Muy bien hecho, muy bien hecho... Pero aguárdese usted dijo Fortunata que ya no estaba exaltada, sino en un grado de humildad lastimosa, y su tono era el de los penitentes muy afligidos, que no pueden con el peso de sus culpas . Aún falta lo mejor.

Magnífica estatua... original pensamiento... oye: «La Aurora suplica a Diana que apresure el curso de la noche...». Ana aplaudió y atravesó el umbral. Don Víctor entró detrás diciéndose a mismo en voz alta: ¡Hija mía! Es otra.... Ese Benítez me la ha salvado.... Es otra.... ¡Hija de mi alma! Cenaron en la vajilla de los marqueses. Los dos tenían muy buen apetito.

Me apresuré a contestarle que el señor Fernández me trataba muy bien; que toda la familia me distinguía con su afecto; que el trabajo era ligero y agradable, y que tenía yo un sueldo muy bueno, como nunca pensé alcanzarle, como jamás le soñé.

Sus ojos, que me parecieron de dimensiones extraordinarias, interrogaron con una curiosidad indolente la escena que tenía lugar en el terrado. Y bien ¿qué es lo que hay? dijo con una voz tranquila. Le dirigí entonces una profunda inclinación, y maldiciendo una vez más mi saco de noche, que divertía visiblemente á aquellas niñas, me apresuré á subir las gradas de la escalera.

No había terminado aún esta pregunta, cuando una mirada colérica de la señorita Margarita me advertía que me hacía sospechoso de no qué irreverencia burlona. Aun cuando no me sintiese realmente culpable sino de una necia torpeza, me apresuré á dar á la conversación un giro más agradable.

Me apresuré a ir a besarlo, y después me senté en la hierba a sus pies... Mi padre se puso a acariciarme el cabello, un poco pensativo. Y yo, que nunca he sido acariciada, me sentía feliz, en aquella tarde de sol, entre el perfume de las resedas y de los heliotropos. De pronto me dijo: ¿A quién haces tus confidencias?... No siempre es a ... ¿Mis confidencias?...

Confirmaba los que el conde relataba, con un movimiento de cabeza. Cuando nos levantamos de la mesa, yo me apresuré a despedirme por no molestar. Isabel aprovechó el momento para rogar a su padre que fuese aquella noche con ella al teatro. El conde respondió, mientras encendía un cigarro: No puede ser: ya sabes que no me gusta la ópera.

En una palabra, Magdalena me daba miedo, me dominaba antes de seducirme: el corazón tiene las mismas ingenuidades que la fe: todos los cultos apasionados empiezan así. El día que siguió al de la partida de Magdalena me apresuré a ir a la calle de los Carmelitas. Oliverio ocupaba un cuarto, pequeño, perdido en un alto pabellón del hotel.