Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 21 de junio de 2025


La gaita y el tambor sonaban ya muy lejos, como una aprensión de ruido. Petra, al llegar a la casa del leñador, se dejó caer sobre la yerba, algo distante de don Fermín; y encarnada como su saya bajera, se atrevió a mirarle cara a cara con ojos serios y decidores. El Magistral se sentó dentro de la cabaña. Hablaron.

El talento natural, pues, y la poca aprensión, son las dos cualidades distintas de la especie: sin ellas no será calavera. Un tonto, un timorato del qué dirán, no lo serán jamás. Sería tiempo perdido. El calavera se divide en silvestre y doméstico.

No, yo no leo nada; será aprensión tuya. , ; aquí hay una inscripción... Pero, en fin, no quiero molestarme descifrándola... Todas estas cosas no son más que ridiculeces... Vámonos, chica, vámonos... Dejemos a cada loco con su tema... Y cerrando el cajón con enfado salió de la alcoba, seguido de Marta.

Celedonio, el acólito afeminado, alto y escuálido, con la sotana corta y sucia, venía de capilla en capilla cerrando verjas. Las llaves del manojo sonaban chocando. Llegó a la capilla del Magistral y cerró con estrépito. Después de cerrar tuvo aprensión de haber oído algo allí dentro; pegó el rostro a la verja y miró hacia el fondo de la capilla, escudriñando en la obscuridad.

El Delfín sintió aquellos pasos detrás de , y una misteriosa aprensión, la conciencia tal vez, le dijo de quién eran. Volviose a punto que la temblorosa voz del otro decía: «Oiga usted». Parose en firme Santa Cruz, y aunque no le conocía bien, le tuvo por quien era sin dudar un momento. «¿Qué se le ofrece a usted?».

Una aprensión invencible la había imposibilitado para llevar la conversación al recuerdo de su padre. Como la irritara su propia falta de audacia y excitada por la violenta curiosidad, se decidió al fin: Ustedes trataron mucho a papá... Y miró a Zoraida, la mayor, con expresión de tímida simpatía. No parecieron en manera alguna sorprenderse.

Igualito es a su madre, ¿te acuerdas, Casilda, que Pilar era así?... Pero, aquí yo no veo motivo; el disgusto de esta mañana no pasó de una tontería; voy a subir. No, Pablo, ¿para qué? Déjalo solo; es mejor. Le dejaremos, pues; pero, hazme el favor de cambiarte de cara, Casilda. ¡Jesús! ¿por qué me lo dices? Me pareces muy preocupada, hija. Aprensión tuya, Pablo.

Pero se calló porque la señorita Raynal entraba a su vez en el despacho. El señor Hardoin está ocupado, señorita. Lo , me está esperando... La puerta se había abierto, y el notario dejaba paso a Liette, con gran asombro de los pasantes. Amigos míos, esto huele a quinto acto exclamó el supuesto «boulevardier». El conde no había acudido a la cita del notario sin una secreta aprensión.

Julián no se hubiera encargado jamás de tan ingrata comisión a no parecerle que iba en ello la salvación eterna de don Pedro, y también el sosiego temporal de la que él seguía llamando señorita Marcelina, contra el dictamen de las convidadas a la boda. No sin aprensión cruzó de nuevo el triste país de lobos que antecedía al valle de los Pazos.

La vista de las arañas le producía espasmos; el bisturí de un médico le estremecía. La aprensión de volverse loco le hacía padecer horriblemente algunas veces: otras era el temor de suicidarse contra su propia voluntad.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando