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Y por contera tus amoríos, tus abusos de consejero espiritual. Madre... ¿Qué más? Hasta les parece mal que enseñes la doctrina a las niñas de la Santa Obra del Catecismo.... ¡Miserables! , miserables; pero van siendo muchos miserables, y el día menos pensado nos tumban.

Los amoríos de un señor principal y una manola ó una modista madrileña; el espíritu insinuante del cura, que, ya como amigo de la casa, ya como maestro de música ó bajo otra cualquiera máscara, penetra en el seno de la familia y se establece en su compañía; la libertad de las mujeres, y, por último, del Cortejo ó Cavalière servente, indispensable á toda señora joven, demuestra que nos hallamos en un mundo enteramente nuevo, en que no queda vestigio alguno de la antigua gravedad de la nobleza, de sus ideas sobre el amor, y de los antiguos celos.

Ya no tendrás que buscar los céntimos para la cama, mientras tu corazón latía penosamente como un viejo reloj desquiciado. La capa bohemia EL primer caballero que se terció esta capa para andar de aventuras y amoríos fué el gran Villón, el padre de la lírica francesa.

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La originalidad del caso está en que con toda su afición a las faldas, y sus profundos conocimientos de estética aplicada, no se refería de Borrén la más insignificante historieta. Viviendo siempre en una atmósfera fuertemente cargada de electricidad amorosa, nunca le hirió la chispa. Practicaba, en materia de amoríos, el más puro y desinteresado otroísmo.

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