Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de junio de 2025


Tres horas duró la subida más agria, y otra el paso de la primera loma a lo largo de ella.

Somos tan torpes, que al ver una oveja no pensamos que en ella están nuestros gabanes. ¿Y quién ha de decir que las chambras y enaguas han salido de un árbol? ¡Toma, el algodón! ¿Pues y los tintes? El carmín ha sido un bichito, y el negro una naranja agria, y los verdes y azules carbón de piedra.

Al topar con el sacerdote levantó la mano derecha hacia atrás y la lumbre del candil hizo centellear, en el aire, su larga espada desnuda. El Señor de San Vicente meneó de un lado a otro la cabeza, con sonrisa agria, dolorosa. Entonces el segundón acercose al lacayo y pinchole el rostro con el acero. ¡Teneos, en nombre de Cristo! gritó reciamente el canónigo, asiéndole el brazo.

Si los supiesen, al salir del Conservatorio, la carrera del arte escénico aparecería ante ellos como una cuesta agria, inhospitalaria, casi inaccesible, que tratarían de subir muy pocos.

Al cabo de un cuarto de hora se elevaron millares de chispas y el edificio se hundió. Sólo quedaron en pie los negros mojinetes. Volvió la comitiva a ponerse en marcha y continuó la ascensión por el sendero. En el momento de llegar a la explanada superior, oyose la voz agria de Hexe-Baizel que gritaba: ¿Eres , Catalina? ¡Ah! ¡Nunca hubiera creído que vendrías a verme a mi pobre tugurio!

El pastor les sirvió leche acabada de ordeñar, y quedó avisado para decir al conde y á sus monteros que no tardarían en descender. Y continuaron su interrumpida marcha por la senda que serpeaba á la vera del arroyo. La pendiente se hizo muchísimo más agria.

Siempre agria e intolerante conmigo hasta que dejé la casa paterna, hoy, acaso fuera por los sufrimientos de la enfermedad, se mostraba dulce, afable, tierna. Se afanaba en mimarme, se complacía en satisfacer el menor de mis caprichos, y no sabía qué inventar para tenerme contento. No, hijito; decía, nosotras hemos sido contigo lo que debíamos ser: hemos hecho las veces de madre.

Esa voz agria la estoy oyendo desde entonces: la oiré siempre, en mis mejores instantes, si continúo aquí. ¿Y la mirada de sus ojos?... Adiviné todos sus insultos mudos, la comparación rápida que hizo entre su miseria y mi aspecto de hombre fuerte y bien cuidado. Yo era para él un cobarde que pasea con mujeres, mientras los hombres están con los hombres, dando su vida por algo importante. ¡Bah!

La cuestión ahora era bajar hasta la vega desde la enriscada cumbre o viso en que estaban. Harto se afanaron por conseguirlo, pero lo consiguieron al fin dando muchas vueltas y describiendo muchas eses, para no despeñarse por los tajos de aquella agria ladera.

Presto se desvanecieron estos temores, porque á pocas leguas no hallaron ya estas puntas y las tempestades del cielo no pasaban muy adelante, antes apenas hallaban agua para beber; y habiendo con gran trabajo subido una montaña muy agria, no tuvieron en dos días con qué apagar la sed, sino con la humedad del barro, que exprimido, más parecía comida que bebida.

Palabra del Dia

dermatológicas

Otros Mirando