Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de junio de 2025


No supo cómo fue; pero a las once menos cuarto estaba de nuevo delante de la casa de Rosa, con los dedos en la boca y lanzando un silbido que vibró agudo y penetrante en la estrecha cañada. Esperemos. No se oye nada. Nada. ¡Qué fastidio! Me parece... ; un rumor casi imperceptible. Algo mayor. ¡Oh dicha, abren la puerta! ¿Eres , Rosa? Chiiiis, no hable alto, D. Andrés...

Guido cae prisionero en una salida que hacen, y ya está á punto de sucumbir, á pesar de los ruegos de Floripes, cuando sus compañeros lo libertan, y se abren paso por el ejército de Fierabrás para poner en noticia de Carlomagno la situación apurada de sus pares.

Entonces se desbarata el maléfico hechizo, el silencio y el reposo de muerte se truecan de súbito en movimiento, música, agitación y vida. Como si fuesen a celebrarse divinas bodas, todo se entapiza y hermosea. Se abren los tesoros, se despliegan las galas, se ponen las mesas y aparadores del regio banquete, y luce sobre el ancho tálamo la cubierta de púrpura, esmeralda y oro.

El interior del templo es tambien suntuoso é imponente: cinco naves inmensas cruzan la iglesia en toda su longitud, y otra nave lateral, tan grande por sola como una iglesia, forma una elegante cruz. Detras del altar mayor se abren tres grandes rosetas de ciento cuarenta y cuatro cristales cada una, pintadas con la mayor riqueza de colores imaginable.

¡Oh, tortura espantosa! ¡Tortura realmente oriental! No podía llevarme a la boca un pedazo de pan sin recordar a los descendientes de Ti-Chin-Fú, pidiendo de comer, como pajarillos sin plumas que abren en vano el pico y pían en un nido abandonado.

Una cosa particular se observa en los cementerios de estos pueblos, y es que en las sepulturas se consumen los huesos de los difuntos, juntamente con la carne, de modo que cuando las abren todo está deshecho, sin encontrar calaveras, canillas, ni hueso alguno en ninguna.

En la escena final, Clarinda, obligada por la necesidad, se dispone á ofrecer su mano á Roberto, cuando las puertas se abren de repente, entra Lidoro con una antorcha en la mano, anuncia su derrota al orgulloso Príncipe de Irlanda y lleva á Don Juan á los brazos de Clarinda.

La mujer no entiende, ni quiere entender, tan enrevesados tiquismíquis, y sigue apegada a sus antiguas creencias. Ellas son el bálsamo para todas las heridas de su corazón: ellas le llenan de esperanzas inmarcesibles; ellas abren en su ardiente imaginación horizontes infinitos, dorados por la luz divina de un sol de amor y de gloria.

No era creíble que hubiesen dejado solo a su padre: ¿qué ocurriría? Esperó unos minutos y tornó a tirar del llamador, dando, además, con el pie en la puerta. Tampoco se oyó nada. Entonces echó escaleras abajo, y llegó al portal a tiempo que la puntillera terminaba de recoger su puesto para irse. ¡Jesusa! gritó desde el último tramo en mi casa no abren: ¿sabe Vd. si ha sucedido algo? Están fuera.

Permanece triste y sombrío el bosque hasta la primavera, cuando las primeras flores se abren junto á los charcos de nieve derretida, cuando las sonrosadas yemas irradian sobre todo el ramaje como una vaga luz auroral. Más sombría y de más terrible apariencia es la selva de abetos que crece á la misma altura que las hayas en la vertiente de la montaña, pero con diferente expansión.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando