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Actualizado: 24 de mayo de 2025
Se abrazaron por última vez y se dejaron deslizar silenciosamente al agua. Nadaron doscientos metros protegidos por la masa de las rocas, pero pronto un gran griterío les advirtió que estaban descubiertos y una lluvia de balas que silbaron por todas partes les probó que sus perseguidores estaban decididos á impedir que se escapasen. ¡Sumerjámonos! dijo Tragomer. Van á tirar otra vez.
Ese respeto a las luces, ese valor tradicional concedido a los títulos universitarios, desciende en Córdoba hasta las clases inferiores de la sociedad, y no de otro modo puede explicarse cómo las masas cívicas de Córdoba abrazaron la revolución civil que traía Paz, con un ardor que no se ha desmentido diez años después, y que ha preparado millares de víctimas de entre las clases artesana y proletaria de la ciudad, a la ordenada y fría rabia del mazorquero.
En instante tan supremo, las mujeres que quedaban á la orilla redoblaron sus lamentos, abrazaron á sus hijos, á sus padres, á sus hermanos, á sus amigos, y se confundieron todos en un solo torrente de lágrimas. Hay situaciones, lector amigo, que no á todos es dado describir, y ésta es una de ellas.
Está dividido en pequeños y grandes cenadores, no bien aislados unos de otros por el follaje de los arbustos. Todos, o casi todos, estaban ocupados a la sazón. El conde se detuvo un momento, sin saber dónde meternos, cuando saliendo de uno de ellos dos personas decentes, aunque de porte achulado, le abrazaron familiarmente y nos hicieron entrar. Había seis u ocho hombres y tres mujeres.
Partida 2.ª, tit. «Los setarios secuaces de Mahoma, dice Marmol Carvajal, propiamente deben ser llamados con dos solos nombres alárabes ó agemes: los alárabes son los originarios, y los agemes los advenedizos que de otras naciones y provincias abrazaron su opinion»...«Los mauros, fenicios ó cartagineses, como los quisiéremos llamar, que escaparon de la ira de los romanos, derramándose por Africa entre los penos, constituyeron señorío en algunas partes, especialmente en las Mauritanias, y dellos vienen los que agora llaman azuagos; y porque así estos como los otros mauros de Fenicia abrazaron la seta de Mahoma en el número de los agemes, el vulgo cristiano los llama comunmente á todos moros; y así los que lo son se honran mucho de aquel nombre, entendiendo por mucelemines, que es el nombre que ellos tienen por epíteto de santimonia, interpretado hijos de salvacion.
Absorta en dicha lectura se hallaba doña Luz, cuando, como ya hemos dicho, entró a verla doña Manolita. Se besaron, se abrazaron, se dieron los más cordiales buenos días, y luego habló la hija del médico: Hija mía, tú eres la primera que ha de saberlo. Lo sabrás antes que mi padre. ¡Gran novedad! Mis peleas con Pepe Güeto han dejado de ser escaramuzas. La ira de ambos ha llegado a su colmo.
Finalmente, don Quijote y Sancho se abrazaron y quedaron amigos, y con parecer y beneplácito del gran Carrasco, que por entonces era su oráculo, se ordenó que de allí a tres días fuese su partida; en los cuales habría lugar de aderezar lo necesario para el viaje, y de buscar una celada de encaje, que en todas maneras dijo don Quijote que la había de llevar.
Por más que hice no pude asistir al acto, y me es, por tanto desconocido lo que en él pasó; pero es fácil presumir que habría todas las ternezas imaginables por una y otra parte. Cuando Malespina salió del cuarto, estaba más pálido que un difunto. Despidiose a toda prisa de mis amos, que le abrazaron con el mayor cariño, y se fue.
-Dios lo haga -replicó Sancho-, que a entrambos les estaría mal. Y déjame partir de aquí, Ricote amigo, que quiero llegar esta noche adonde está mi señor don Quijote. -Dios vaya contigo, Sancho hermano, que ya mis compañeros se rebullen, y también es hora que prosigamos nuestro camino. Y luego se abrazaron los dos, y Sancho subió en su rucio, y Ricote se arrimó a su bordón, y se apartaron.
Con esta disposición de ánimo entró Lucía á ver á Clara. Apenas se vieron, se abrazaron estrechamente. Clara, al contrario de Lucía, era melancólica, vehemente y apasionada, como su madre.
Palabra del Dia
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