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Se conseguirá restituir al pais su salubridad, cortando el mal ocasionado por los frios del viento sud tan mortifero para las criaturas de los pueblos interiores, así como los estragos causados por las viruelas entre las personas de mayor edad, cuando las aulas de medicina de la República suministren un número tal de discípulos, que pueda el Estado colocar en cada provincia un facultativo fija y suficientemente retribuido, para que con el ausilio de los curas trate de preservar á los infantes de la atroz mortandad, y propague la aplicacion de la vacuna, juntamente con los otros preservativos de sanidad.

La oficialidad de a bordo, distinguida, el joven médico que no creía en la eficacia de la quinina contra la fiebre y que me indicaba preservativos para la malaria del Magdalena, que me hacían preferir el mal al remedio; un distinguido caballero de la Martinica que me daba los datos sobre la situación social de la isla que he consignado anteriormente, su linda y amable mujer, y por fin, un joven suizo de 22 años, que se dirigía a Bogotá, contratado por el gobierno de Colombia para dictar una cátedra de historia general y que, no hablando el español, se sonrojaba de alegría cuando supo que debíamos ser compañeros de viaje.

Contra la lluvia que cae sobre ella más de las tres cuartas partes del año no se conocían entonces otros preservativos naturales que el paraguas y las almadreñas. Poco después vinieron los chanclos de goma y recientemente también se introdujeron los impermeables con capuchón, que trasforman en ciertos momentos a Lancia en vasta comunidad de frailes cartujos.

ya mucho tiempo que la primera de estas propiedades está reconocida; la segunda se deduce tan naturalmente, que es de admirar no se la haya utilizado fuera de la escuela hahnemanniana. ¿No ha indicado ya la esperiencia como medios preservativos del cólera, de la escarlatina y de ciertas fiebres, á los medicamentos que las curan?

Se ve por la anterior planilla, que los años regulares de 1828, 1829 y 1830 han dado, comparativamente á lo que sucede en Francia, una hermosa proporcion; pero las pestes de 1831 destruyeron en gran parte el acrecimiento anual de Moxos; y como estas pestes son por desgracia muy frecuentes, la poblacion, segun mis observaciones, ha disminuido en vez de aumentar, aun desde la época de la espulsion de los Jesuitas . Esta poblacion, que reune en todas las ventajas posibles en cuanto á los medios naturales de prosperidad, se halla pues privada por otra parte, de recursos para sanar la enfermedades, y de todos los preservativos que pudieran emplearse contra las pestes.

En la primera forma, "el santo terror del infierno" cubrió de iglesias, conventos y ermitas el Asia Menor, el Egipto y la Europa; en la segunda, originó las cruzadas y las órdenes de caballería religiosa, engendró la Inquisición y los Jesuitas; en fin, suscitó las guerras intercristianas, en las que los perseguidos por los mismos demonios, se perseguían a matarse, por su fe en diferentes preservativos, marcando el momento en que la imbecilidad religiosa llega al clímax en el cristianismo: porque éste se ha reducido al mínimum y el diabolismo ha llegado al máximum.

Son estos dos atributos, el terror y el miedo, los que deprimen la vida apocando el espíritu, hacen el caldo gordo para los atrevidos y producen larga cosecha de beneficios de toda especie para los proveedores de preservativos, porque "no hay mal que por bien no venga", como dice el refrán, y que no sea a la vez, sincera y ardientemente propagado y cultivado por los beneficiados, especialmente cuando ellos mismos están personalmente inmunizados a su respecto, porque las ideas más puras y los intereses más sórdidos suelen anudar en las profundidades del espíritu vinculaciones secretas que pasan totalmente inadvertidas a la conciencia más sinceramente honrada.

Pero los puddings de Navidad, la carne de cerdo cocida y especiada y la abundancia de licores espirituosos precipitan la originalidad del espíritu en el camino de la pesadilla y son grandes preservativos contra la peligrosa espontaneidad del espíritu.

Y lo más triste es que los preservativos toman todos, en aquel clima, caracteres de insoportables privaciones. Las frutas, el agua, las bebidas frías, todo lo que puede ser agradable al desgraciado que se derrite en una atmósfera semejante, es estrictamente prohibido por el amistoso consejo del nativo.

Este medicamento, en fin, se emplea útilmente en algunos casos de parálisis de la cara, y aun en la parálisis mas ó menos general producida por la hemorragia cerebral, cuando hay afonía, diminucion de las funciones sensoriales, pérdida de movimiento y de sentimiento, salivacion y disfagia. Es pues uno de los medicamentos curativos y preservativos de la apoplejía.