United States or Malaysia ? Vote for the TOP Country of the Week !


En hondos discursos os metéis, y no qué os diga, ni qué deje de deciros, contestó doña Guiomar, bajando los ojos y poniéndose muy más colorada que otras veces; y tanto más, cuanto que no a quién hablo.

Por fin... gracias á Dios... acercósele un pobre. «Toma hombre, toma: ¿dónde diablos os metéis esta noche? Cuando no hacéis falta, salís como moscas, y cuando se os busca, para socorreros, nada ...» Apareció luego uno de esos mendigos decentes que piden, sombrero en mano, con lacrimosa cortesía. «Señor, un pobre cesante. Tenga, tenga más.

Perdonarse deben las necedades á los que aman, porque el amor ciega; escrupuloso andáis más que monja, y os metéis á apreciar lo que á vos no toca. Bien me yo que doña Clara no piensa otro tanto. ¡Oh! ¡no!... pero os ruego, don Francisco... , por cierto... vamos á lo que importa: es el caso que yo tengo mucho sueño.

Basta de lección dijo Juan Montiño ; idos, don Bernardino, á curar, y vos, estiráos, don encogido, y largáos más que á paso. Y en adelante, mirad con quién os metéis, que no todos los caminos son andaderos. Lo que habéis hecho es una iniquidad dijo don Bernardino.

Buenos nos los Dios. ¿Qué se ofrece? Padre Hurtado, vengo a ver a usted porque me encuentro en situación difícil. No tengo qué comer. Desde que paró la fábrica.... Si os metéis en huelgas, interrumpió el religioso. No podía yo nada en contra, y tuve que hacer lo que todos los compañeros. El caso es que el trabajo no se reanuda ni lleva trazas de serlo.

¿Dónde os metéis, condenados? preguntaba la hermana al día siguiente . ¿Qué diversión es esa que os hace tan groseros? Mujer, son cosas de hombres. Mientras vosotras bailáis, nosotros nos dedicamos a ocupaciones más serias. Serias, ; tan serias eran, que Rafaelito tenía frita a la mamá según propia expresión , pidiéndola cinco duros al día siguiente de los bailes.

Sois un oro... ¿Os habéis vestido ya? Atácome las calzas... Voy á preparar el almuerzo. ¿Quién es esta mujer? dijo Montiño. No lo dijo Quevedo encajándose los gregüescos. ¿Qué, no lo sabéis, y os metéis en su casa como en una posada, y la tratáis con una lisura que mete miedo? Tratándose de esta mujer, cuanto más miro menos veo.