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Los valles al pié de la Cordillera son en algunos parages muy fértiles, regados por riachuelos, pues producen, estando bien cultivados, escelente trigo y variedad de frutos, abundando asi mismo de manzanas silvestres, de que los indios hacen una especie de cidra para su uso diario, ignorando el modo de conservarla. Los volcanes ó montañas de fuego, de que abunda esta parte de la Cordillera, pueden competir con el Vesubio. Mongibelo, ò algunos de los que conocemos en Europa, por su magnitud ó furiosas erupciones. Estando en el volcan bajo el cabo de San Antonio, fui testigo de una gran porcion de cenizas que llevaron los vientos y oscurecieron toda la atmósfera, esparciéndose sobra una gran parte de la jurisdiccion de Buenos Aires, y uno y otro lado del Rio de la Plata; de manera que la yerba estaba cubierta de ellas. Prodújolas la erupcion de un volcan cerca de Mendoza, llevando los vientos las cenizas mas lijeras

Mas esto es muy triste, tal vez distraido Su frente he podido de nieblas cubrir, Y al velo que lleva solo es permitido Con nubes lijeras su frente circuir.

A las 2 de la mañana del siguiente dia se mandaron salir 150 fusileros de las tropas lijeras, con los indios auxiliares de Anta y de Chincheros, para que ocupasen una montaña que dominaba la llanura, por donde debia pasar precisamente el ejército para dirigirse á Cambapata, cuyo pueblo reconocido, se notó le habian cercado los insurgentes, con una muralla de adobes, coronada y cubierta de espinos, para embarazar la marcha, y retardar cuanto les fuese posible la llegada de las tropas á Tinta.

Los acontecimientos del Perú mientras el trascurso del año que asi espiraba fueron: la reunion del Congreso constituyente de Bolivia, que con lijeras variantes aceptó el proyecto que le habia enviado Bolívar, acompañado del reconocimiento de aquella república por el Consejo de gobierno del Perú; el nombramiento del general Sucre como Presidente vitalicio del Estado, dignidad que solo admitió por dos años; la declaracion de nulidad en los poderes otorgados por los colegios de algunas provincias á sus representantes, hecha por el Consejo de gobierno peruano en su primer Congreso constitucional; la disolucion de este; la reunion del colegio electoral de la provincia de Lima, en virtud de decreto de la autoridad competente, el 16 de Agosto; la aceptacion que el mismo hizo de la Constitucion boliviana como Código fundamental del Perú, y el nombramiento de Bolívar para Presidente perpetuo de la República, actos sancionados por el Consejo de gobierno, en vista de la unanimidad conque los colegios electorales habian procedido en todos sus acuerdos.

Esta atencion no es incompatible ni con la misma diversion y recreo, pues es claro que el esparcimiento del ánimo no consiste en no pensar, sino en no ocuparse de cosas trabajosas, y en entregarse á otras mas llanas y lijeras.

Ahora bien: si estas reflexiones, aunque lijeras, tomadas de documentos intachables, y que no podrán redargüirse de sospechosos, como son los citados, dirijidos á España sobre lo resuelto en Filipinas por aquellas autoridades en los espedientes de la referencia, prueban los perjuicios reales de aquel comercio, y los inconvenientes que se pulsan para darle ese ingreso á la renta, único con que puede contarse para su fomento, ¿á que deberemos atenernos, para no aventurar nada, para no errar y esponer los intereses de la renta? ¿que datos podrán ser los mas luminosos, ciertos y seguros para reformar, aunque en pequeño, el establecimiento, y si es posible darle mayor estension y fomentar sus ingresos, ó al menos conservarle los que tiene? y ¿que razones podrán ser de mas peso al caso, las que desde Manila se han fundado con conocimiento de lo que es el pais y práctica acreditada por una constante esperiencia, ó los que en teoría se hayan podido concebir y proponer en Madrid?

Los primeros trabajos literarios se revisten de la influencia del maestro, y ha acertado á veces á imitarle tan de cerca en las composiciones lijeras, que aprovechamos esta ocasion para devolverle la propiedad de la poesía titulada «Noches de Diciembre» que por inadvertencia atribuimos á Echeverría.

Miro cruzar por el aire Mil fantasmas vagarosas, Cual las sombras vaporosas Que en sueños vemos pasar, Y por la mente, alumbrada Con el reflejo del alma, Las miro en plácida calma Lijeras atravesar.

Estado militar y ministerio de hacienda, el que vió la luz pública en Mayo último, y como en él se proponga una cesion de nuestras Islas Filipinas á la Inglaterra en cambio de Jibraltar, con alguna otra ventaja, me ha parecido oportuno tomar la pluma, no para dar una contestacion al embozado autor de tal produccion, sino para emitir cuatro reflexiones, aunque lijeras, muy suficientes para desvanecer como el humo cualquiera impresion favorable que haya podido causar el tal folleto, sin embargo que sus ideas en cuanto dice respecto de Filipinas, es imposible hayan tenido acojida ni sido bien recibidas por nadie.