Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de mayo de 2025


Hizo llamar a Costanza, y tomándola de la mano, se la presentó a su padre, diciendo: Recebid, señor don Diego, esta prenda, y estimalda por la más rica que acertáredes a desear. Y vos, hermosa doncella, besad la mano a vuestro padre, y dad gracias a Dios, que con tan honrado suceso ha enmendado, subido y mejorado la bajeza de vuestro estado.

-Eso no lleva camino -dijo el mayordomo-, señora, porque yo conozco muy bien a Pedro Pérez y que no tiene hijo ninguno, ni varón ni hembra; y más, que decís que es vuestro padre, y luego añadís que suele ir muchas veces en casa de vuestro padre. -Ya yo había dado en ello -dijo Sancho.

Pues os digo que no os entiendo. No es fácil, porque yo no me entiendo tampoco. Paréceme que habéis venido para algo. Indudablemente, señor, he venido para irme. Pero... ¿por qué habéis venido? Por venirme á cuento. ¿Pero qué cuento es el vuestro? Es, señor, un cuento de cuentos. Pues empezad. Ya he concluído. ¡Pero si no me habéis contado nada! Si vuestra majestad quiere contaré las palabras.

Usad el medio del humilde ruego, Si quereis que se escape vuestro cuello De probar el rigor y filos diestros Del Romano cuchillo y brazos nuestros.

CLEOPATRA. No, no merece la pena; no tenemos miedo de vuestro acero. Pero acercaos, no temáis; no os morderé. ¡No sois muy valiente que digamos! Ayer, cuando nos arrancasteis brutalmente de los brazos de nuestros maridos, no erais tan tímidos... ¡Os digo que os acerquéis! ESCIPIÓN. Me felicito, señora... CLEOPATRA. ¡Calla! ¿Os felicitáis?

No hay cosa que con haber Metido mano a la espada No quede desagraviada, Porque es lo posible hacer. Quede esto a mi cuenta, y yo Vuestro honor tomo a mi cargo Y satisfacer me encargo Lo que otro diga. ALVAR. Eso no; Que nadie hablará en aquello Que hablare tal capitán. NARV. Y esas manos ¿no se dan? ALVAR. daré, pues gustas dello. ESPIN. Su amigo soy. ALVAR. Yo su amigo.

En seguida se informó de la salud de Maurescamp, añadiendo: No por qué os lo pregunto, no hay sino mirarlo... su salud es admirable. ¡Es un hombre magnífico... magnífico! Da gusto ver un hombre así... ¿Y vuestro hijo? preguntó Juana . ¿Cómo está? ¿Mi hijo?... ¡Ah! él es otra cosa... delicado de naturaleza... ya sabéis, artista, pero en fin, ¡sino fuera más que eso!

Verdad es que alguna mudanza han hecho en ciertos acaecimientos de buena ventura, que me la han dado la mejor que yo pudiera desearme, pero no por eso he dejado de ser la que antes y de tener los mesmos pensamientos de valerme del valor de vuestro valeroso e invenerable brazo que siempre he tenido.

Conozco á vuestro padre, le aprecio mucho, os aprecio mucho á vos, y me intereso como me interesaría por mi hermano y por mi hija. No lo dudo; pero creo que hay en vos otro móvil.

12 Y meditaba en todas tus obras, y hablaba de tus hechos. 16 Te vieron las aguas, oh Dios; te vieron las aguas, temieron; y temblaron los abismos. 17 Las nubes echaron inundaciones de aguas; tronaron los cielos, y discurrieron tus rayos. 1 Masquil de Asaf. Escucha, pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando