United States or Cambodia ? Vote for the TOP Country of the Week !


ALVAR. El mío pongo a tus pies, Pero no has de permitir Que quede en mala opinión. NARV. ¿Sobre qué fué la cuistión? ESPIN. No se la mandes decir, Que es parte y dirá a su gusto. ALVAR. Yo diré mucha verdad; Y el que más. NARV. Paso: acabad, Que ya recibo disgusto. ESPIN. Oyeme, señor, a . NARV. Ni Alvarado ni Espinosa Me han de hablar ni decir cosa; Páez lo cuente.

CABR. El que llegare más presto, Basta. NARV. Ninguno me enoje. ESPIN. Perdona, que no hay remedio. PER. Baja y la boca le rompe. NARV. ¡Por vida del Rey! PER. No jures. NARV. ¡Ah, señores! ¡Ah, señores! Bájense todos. PÁEZ. Permíteme, Alcaide ilustre, Que de una almena le ahorque. CABR. Dame licencia, señor, Que las narices le corte. ARR. Basta, que vienen todos los cristianos.

No hay cosa que con haber Metido mano a la espada No quede desagraviada, Porque es lo posible hacer. Quede esto a mi cuenta, y yo Vuestro honor tomo a mi cargo Y satisfacer me encargo Lo que otro diga. ALVAR. Eso no; Que nadie hablará en aquello Que hablare tal capitán. NARV. Y esas manos ¿no se dan? ALVAR. daré, pues gustas dello. ESPIN. Su amigo soy. ALVAR. Yo su amigo.

Tenía los ojos azules, oscuros y profundos como el mar, y como en éste, también fingía la mente detrás de su misterio palacios encantados de cristal y jardines deslumbradores. ¡Parecía increíble que tal pimpollo fuese hijo del puerco espín de D. Marcelino! Cuando más niña, la llamaban en la villa el angelito.

Con las lanzas y adargas se ha de hacer esta batalla de cinco a uno, porque es cosa nueva. ESPIN. ¿Qué hay, Peralta? PER. Aquí me hirió. ALVAR. ¡A él, que me ha herido a ! PER. ¡Bravo esfuerzo! NU

ESPIN. ¿Quién puede ser? NARV. Oíd, que llegan aquí. Salen MENDOZA y NU

PER. Dos mil ducados te envía De socorro el rey Fernando. NARV. Dios guarde al Rey mi señor. Esta tarde hay paga. ALVAR. Vivas Mil años, y dél recibas Premio igual a tu valor. NARV. Ea, poned mesas luego; Todo os lo he de dar, ¡por Dios!, Y a ser diez mil, como dos. ESPIN. Peralta, mis pagas juego. PÁEZ. ¿Quién habrá que eso no haga? NARV. Llama aquesas cajas, Páez.