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Actualizado: 27 de junio de 2025


Dupont, enardecido por el general asentimiento, seguía hablando, pero ahora en tono grave. La gente baja, lo que necesitaba antes del jornal, era el consuelo de la religión. Sin religión se vive rabiando, víctima de toda clase de infelicidades, y este era el caso de los trabajadores de Jerez.

El militar se interesaba cada vez más por la persona que tan repentinamente había conocido. Cada vez sospechaba más que aquella infeliz era víctima de las brutalidades del fanático. Desde el sitio en que se hallaba, veía al viejo sentado en un sillón y entregado á su mudo frenesí.

En efecto, las estiró al lado de las del joven para que pudiesen comparar aquellos señores. Joaquín contestó: De nadie. Y encogió los hombros. No lo creo. Estos madrileñitos siempre tienen algo que decir de los infelices provincianos. Así es la verdad dijo el ex-alcalde . Su amigo de usted el Provisor, era hoy la víctima. Ronzal se puso serio. ¡Hola! dijo ¿también espifor?

Nada a pesar de mi empeño hubiéramos hecho todavía, si un imprevisto suceso no hubiera reanimado el espíritu reacio de Balarán, atizando su ambición con la ira y los celos y prestándole actividad y arrojo. La bella Urbási, a quien Balarán pretendía y adoraba rendido, desapareció de su magnífica vivienda; fue víctima de misterioso rapto.

Martín, sobre todo, parecía inconsolable. En los primeros tiempos, iba todos los días al cementerio; y a menudo era preciso alejarlo a la fuerza de la tumba. Pero poco a poco fue calmándose, y esta calma la debió ante todo a la compañía de Juan, su hermano menor, en el cual pareció querer depositar desde aquel día el amor infinito que había profesado a su víctima.

Y luego, la pobre Inesita..., que no tiene, como yo, un marido a quien complacer a y quien amar, ¿por qué ha de ser víctima de ese antojo tuyo? Tales razonamientos ejercían un poder invencible en el alma de don Braulio. Nada hallaba que contestar a ellos, y se callaba.

El amor á los hijos, la veneracion á los padres, la fidelidad con los amigos, la compasion por la desgracia, la gratitud hácia los bienhechores; el horror que nos causa un padre cruel, un hijo parricida, una esposa adúltera, un amigo desleal, un traidor á su patria, una mano salpicada con la sangre de una víctima, la opresion del desvalido, el desamparo del huérfano, la ingratitud con el bienhechor; estos sentimientos, ¿no muestran mas claro que la luz del dia, la mano del Todopoderoso esculpiendo en nuestras almas las ideas del órden moral, y fortaleciéndolas con sentimientos que instintivamente, aun cuando nos faltase el tiempo para reflexionar, nos indicasen el camino que debemos seguir?

A fuerza de mirar mi mujer el pobre papel que hago, lo desdeñado que estoy, la humilde posición que ocupo, ¿no acabará por desdeñarme también? ¿No acabará por odiarme, si considera que la hago víctima de mi mala ventura? Ahí, aunque pobre, era una señorita de las primeras. Aquí es la mujer de un obscuro y miserable empleadillo, de quien nadie hace caso.

No obedece con tanta sumisión al Polo Norte la aguja imantada, como Romagné a M. L'Ambert. Esta heroica mansedumbre enterneció el corazón del notario, que, a decir verdad, nada tenía de blando. Sintió por espacio de tres días una especie de gratitud por los buenos cuidados que le prodigaba su víctima; mas no tardó en cobrarle antipatía y hasta horror.

Señor, respondió el maestro de escuela, dirigiéndose a , ya he dicho a Vd. que todo lo que , lo debo al hermano cura; y ahora añadiré, porque es para muy grato recordarlo esta noche, que hoy hace justamente tres años.... Permítame Vd., hermano, que yo lo refiera; se lo ruego a Vd., añadió, contestando al cura que le pedía se callase: hoy hace tres años que iba yo a ser víctima del fanatismo.

Palabra del Dia

rigoleto

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