Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de mayo de 2025


El tranvía ha parado en la esquina.... ¡Si son «las magistradas»! ¡Ay, y también el papá de Andresito, guiando su charrette...! ¡Si parece que se han dado cita! ¡Todos a un tiempo...! ¡Venid, Conchita, mamá! ¡Mirad qué guapo está el señor Cuadros guiando su cochecito! ¡Parece que en toda su vida no haya hecho otra cosa...!

Sólo un pequeño puerto separaba la vieja ciudad de aquella otra ciudad situada en la cumbre de enfrente, con su Casino, sus hoteles, sus orquestas y su muchedumbre de placer y de fortuna. Un corto trayecto de tranvía bastaba para hacerse la ilusión de haber saltado sobre dos siglos.

Mucho tiempo permanecí anonadado; pero súbitamente un rayo de luz iluminó mi mente. Casi todos los días acudía yo al anfiteatro de la Academia y presenciaba los cursos. Recordé que en la mañana de aquel día, se había recogido en la calle el cadáver de una joven del bajo pueblo que había sido atropellada por un tranvía. Tendría la misma edad, más o menos, que Matilde.

Por medio á medio, pasa un tranvía lo mismito que el del barrio Salamanca, y como tiene dos rails y sus ruedas, á cada instante le hacen correr de Oriente á Occidente con gran asombro del Rey Negro, que no sabe qué endiablada máquina es aquella.

Habíase inaugurado aquella semana el tranvía del barrio de Salamanca, y lamentábase el académico de que el vulgo de Madrid se empeñase en hacer masculino el nuevo vehículo, contra el dictamen de algún colega suyo, que por femenino lo tenía.

Los enormes y desnarigados reyes de piedra que rodean el jardinillo, surgen de entre los árboles como grandes espectros blancos. Las llamas del gas se agitan en sus fanales de vidrio, proyectando sombras temblorosas en el suelo húmedo y barroso. No pasa casi nadie: sólo se oye de rato en rato la sorda trepidación del tranvía y continuamente el rápido y corto pasear de los centinelas de Palacio.

De esto le sobrevino alguna presunción, y gracias a ella su figura no parecía tan mala como era realmente. Tenía su buena capa de embozos colorados; por la noche se liaba en ella, metíase en el tranvía y se iba a dar una vuelta hasta las once, rara vez hasta las doce.

Notaron, , de súbito, una cosa inexplicable y fenomenal. Todas las figurillas del Nacimiento se movieron, todas variaron de sitio sin ruido. El coche del tranvía subió á lo alto de los montes, y los Reyes se metieron de patas en el arroyo. Los pavos se colaron sin permiso dentro del Portal, y San José salió todo turbado, cual si quisiera saber el origen de tan rara confusión.

En esta misma fatal noche de San Juan, míster Robert, a la espera de su tranvía, después de cerrar el escritorio por última vez, paseaba por la acera de la Catedral. Vencido en la lucha con el agio, había salido destrozado del combate, sin fe y sin esperanza, sin fuerzas ya para mantener el peso de su honradez sobre los hombros. ¡Ah! si era una carga inútil, ¿por qué no arrojarla a la calle?

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando