Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 7 de junio de 2025
Cuando les vi salir sentí un impulso de cólera... quise correr tras ellos... luego me ocurrió llamar a los de la casa... pero después, pensando que lo mejor sería impedir la fuga de Asunción, discurrí si podría traerla de nuevo a casa, con lo cual la condesa no se enterará de nada... Yo pedí auxilio al cielo y dije: «Dios mío, ¿qué puede hacer una mujer, una pobre y desvalida mujer, contra la perfidia, la astucia y la fuerza de ese maldito inglés?
Sabiendo que su marido tenía una hija natural en un convento de Valencia, le propuso, con generosidad no muy frecuente, traerla a casa y considerarla como hija de ambos. Salabert aceptó con gusto la proposición. Fué a buscar a Clementina, y desde entonces cambió por entero la suerte de esta infeliz niña.
Pensó por un momento traerla á Bilbao, pero había desistido de ello, no por miedo á la familia, sino por temor á la villa hipócrita y triste, que toleraba el amancebamiento con criadas y costureras, que cerraba los ojos ó sonreía bondadosa ante el capricho del rico con mujerzuelas que no abandonasen su condición de pobres, pero se escandalizaba y enfurecía ante la cocotte, la hembra que pusiera en sus sonrisas algo de distinción, y rodeara de una sombra de amor las necesidades de la carne.
El consejero vigilaba al joven por medio de sus numerosos devotos que le seguían cautelosamente por la noche hasta la casa azul. ¡Qué escándalo! exclamaba doña Bernarda. ¡De noche también! ¡Acabará por traerla a esta casa! ¿Pero es que esa boba de doña Pepita no ve nada de esto?
Quizá el enredo estaba preparado de antemano, acaso tenía a esta niña de cabello rojo, como el de su madre, en Sacramento, a una distancia conveniente, y preparada para traerla cuando fuese oportuno. Recordó entonces los asiduos viajes debidos, según decía él, a negocios. Acaso la madre estaba también allí; pero no, se había ido hacia el Este.
Cuéntale éste que ha visto casualmente el retrato de una cristiana de maravillosa belleza, inspirándole tal amor su sola imagen, que no piensa reposar hasta que encuentre el original y lo posea. Dice á Iñigo que, en agradecimiento de la libertad que le ha concedido, espera de él que le ayude á buscar á su amada, y á traerla á sus brazos. Iñigo le pide el retrato, y reconoce aterrado á su Leonor.
Pero antes de alejarse dos kilómetros de la casa, Venturita se manifestó enteramente rendida. Le era imposible dar un paso más. Se vió precisado a traerla en brazos y a renunciar a su favorito recreo. Doña Paula, que había mirado con hostilidad aquel matrimonio, no habló de ir a ver a los novios hasta después de pasados muchos días.
Inés se desmayó, y no pudiendo traerla aquí, por ser esto muy lejos, Lobo me indujo a llevarla a casa de unas que él llamaba honradísimas señoras, donde permanecería hasta tanto que fuera posible traerla aquí para casarme con ella... ¡Oh, infame legista, miserable enredador, tramposo y falsario! Inés me abofeteó, Gabriel, al verse en aquella casa, y me clavó en las mejillas sus deditos.
Unos amigos hablaron seriamente de ir al camarote de Nélida para traerla a la fiesta y darle una paliza al hermano, proposición que puso foscos al belga y al alemán, como si cada uno por su parte se creyese el depositario del honor de la muchacha. Calló Maltrana, cual si temiera decir demasiado; pero ante la curiosidad de su amigo siguió adelante.
Pasados algunos meses, y después de haber gastado todo el dinero que ella le llevó, la abandonó en Valencia, adonde fue a buscarla su desventurado padre, para traerla deshonrada, ni casada, ni viuda, ni soltera. Ved ahí, sobrinos míos, adónde conduce el extranjerismo exagerado y falso. Rafael, tú habrías podido ahorrarle sus desgracias dijo la condesa. ¡Yo! exclamó su primo.
Palabra del Dia
Otros Mirando