Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 7 de mayo de 2025


A tientas cerraba el grueso portón y corría las barras de hierro; después, y siempre a tientas, subía una escalerilla de fundición, que retemblaba y sonaba con mis pasos y llegaba a la cúspide del faro. Por supuesto, allá que había luz.

En el lugar sólo se saben las cosas hace cuatro días, y la verdad sea dicha, ha pasmado tu transformación. ¡Miren el cógelas a tientas y mátalas callando, miren el santurrón y el gatito muerto, exclaman las gentes, con lo que ha venido a descolgarse! El padre vicario, sobre todo, se ha quedado turulato.

Pensó que ella se asustaría al verle entrar tan descompuesto, al sentir abrir la puerta. Por fin, con la mayor cautela, puso la llave en la cerradura, le dió vueltas y abrió muy quedo. Entró, volvió á cerrar y dió algunos pasos. Era ya tarde: la casa estaba obscura; no veía nada. Anduvo á tientas un rato. Al fin distinguió los objetos, y siguió por el pasillo.

De pronto sonó a lo lejos una voz femenina que llamaba cariñosamente; el caballero apagó la luz, y a oscuras, andando a tientas, que es como el hombre camina hacia la felicidad, salió en busca de su mujer. Varía la decoración y son otras las personas. En un miserable sotabanco habita un matrimonio pobre.

Quedose Tirso un rato solo en el comedor, pensativo e inmóvil: la lámpara, espirante, despidió de pronto dos o tres chispas de la mecha, ya seca; el temblor de la luz hizo que en la pared se agitara convulsamente la sombra del cura, y entonces él, buscando casi a tientas la puerta de su alcoba, encendió una bujía y, tras rezar sus oraciones, se acostó; pero tardó mucho en dormirse.

Aun las ideas que se adquieren por este método, son casi siempre incompletas, á menudo inexactas, y algunas veces falsas; pero todos estos inconvenientes aun no pesan tanto como los que resultan de acometer á tientas, sin antecedentes ni guia, el estudio de una ciencia.

A tientas y a gatas, perdiendo sangre, buscó el revólver, caído en la maleza, lo cogió de nuevo, y se disparó otro tiro, en la sien esta vez... Cayó de espaldas, los brazos en cruz y quedó inmóvil; del horrible agujero de la frente, el hilo de sangre corría, manchando sus cabellos rubios, y en el pecho, el líquido rojo se coagulaba sobre la blanca camisa.

Oyó las doce, la una, las dos... no oyó las tres, porque debió de dormitar un poco, aunque él se lo negaba a mismo.... Y a las cuatro no pudo resistir ya el frío y el sueño; y delirante, sin conciencia de mismo ni del mundo ambiente, tropezando en todo, subió a su cuarto, buscó la cama a tientas, se desnudó por máquina, se envolvió entre las sábanas y se quedó dormido en un sopor de fiebre lleno de fantasmas ardientes, de monstruos dolorosos.

El bruto, como sucede siempre, podía más que el filósofo. Buscó a tientas la salida, y apoyándose en las paredes llegó hasta la escalera. Al bajar el primer peldaño, sus botas rechinaron en el silencio de la casa. Sentose y se despojó de ellas. Luego se deslizó hasta abajo sin hacer el menor ruido.

Por la inteligencia vemos lo que hay en las cosas; experimentamos el acto perceptivo, pero al reflexionar sobre él andamos á tientas, como si en el manantial mismo de la luz hubiese una densa nube que nos impidiese verle con claridad.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando