Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de junio de 2025
Me ama, yo la amo; no se atreve a decírmelo; quiero hacer lo posible para que la confesión sea ligera y fácil, y eso la haría huir como si fuera objeto de un sangriento ultraje. ¿Qué significa eso? ¿hay acaso otros secretos que yo no conozco? No, señor intendente, no hay otros; pero tenéis que ser justo y reconocer la delicadeza de vuestra posición delante de mi pobre amiga. ¿Qué sois para ella?
Sobre vosotros corre una catarata que todo lo inunda; á vosotros tambien. Sobre vosotros hay un espíritu que os llama idiotas cuando sois injustos, á vosotros, montones de oro, que ofuscais mi vista, á vosotros, que me teneis estático, como si contemplara un prodigio.
Y si tanto deseáis volveros a vuestra casa con vuestra mujer y hijos, no permita Dios que yo os lo impida; dineros tenéis míos: mirad cuánto ha que esta tercera vez salimos de nuestro pueblo, y mirad lo que podéis y debéis ganar cada mes, y pagaos de vuestra mano.
Era inútil; lo sabía todo. Pero, ¿por quién? ¿Quién se lo había dicho? Como no fuí yo, tenéis que haber sido vos. ¡Ah! Cuántas veces temí que vuestro estúpido amor por esa mujer nos trajera una desgracia; pero nunca pensé que llegarais a encegueceros hasta ese exceso de locura y de crimen... Siento que se me va la cabeza.
Nadie sospechó la menor superchería, y, tres meses después, el conde de Bruinsteen estrechaba entre sus brazos a la niña robada, dando gracias a Dios por haberle conservado a su única heredera... Veo, Marta, que tenéis los ojos llorosos.
Tenéis un pico de oro, sabéis adoptar elegantes posturas; pero decidme: ¿qué haríais si quisieran raptarnos durante la noche? ESCIPIÓN. Velaremos la noche entera. Además, espero que vosotras no querréis marcharos. VERÓNICA. ¿Por qué están tan lejos? ¡Yo quiero que se acerquen! VOCES FEMENINAS. ¡Por favor, detenedla! CLEOPATRA. ¡Tiene gracia lo seguro que estáis de vosotros mismos!
¿De modo que dijo si no me descubro, dudaréis acerca de mí? ¿es decir, dudaréis acerca de si yo soy la reina ó una dama particular? Y si no sois su majestad; si, como me habéis dicho al principio de la noche, no tenéis esposo ni amante, ¿por qué os obstináis en no descubriros?
Por eso te desafío A ti, a tres, a seis, a doce, Y os reto como a villanos, Como a infames y traidores, De que no tenéis palabra Ni miráis obligaciones; Que no hay entre todos uno Que el amigo no deshonre. Dame mi esposa, Rodrigo, Si mis palabras te corren; Que no he de salir del campo Menos que muera o la cobre.
La de vuestro padre. Creo que mi padre hubiera tenido en estas circunstancias tan poco cuidado como yo. Créelo sin dificultad y me alegro de que os parezcáis á vuestro padre. Sólo por eso os había llamado: estaba cuidadoso por vos. Y decidme, ¿si no habéis dormido, tendrá la culpa doña Clara Soldevilla? ¡Cómo! ¡pues qué! ¿Sabéis...? Yo lo sé todo. Tenéis sin duda un diablo familiar.
Su objeto es aniquilar la prueba de su complicidad, y teneros sometido a sus pies, como un instrumento impotente; a fin de pretender que ella no ha sabido nunca nada, si el secreto de la substitución llega a descubrirse algún día. ¿Y se imagina que substraerá el documento que contiene esa caja? Mañana tenéis que hacer un viaje y permaneceréis ausente hasta el día siguiente.
Palabra del Dia
Otros Mirando