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Actualizado: 13 de junio de 2025
Aquella tabla que lleva parece una plantilla... Toma, como que vendrá del almacén de maderas de la calle de Valencia. Vaya unos trajines... Vea usted una cosa que a mí me gustaría, edificar un establecimiento, pidiéndole dinero al Verbo... Lo haría yo tan grande como el Escorial...».
1 Hijo mío, guarda mis razones, y encierra contigo mis mandamientos. 2 Guarda mis mandamientos, y vivirás; y mi ley como las niñas de tus ojos. 3 Lígalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón. 5 para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras. 6 Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía,
17 Dos quicios tendrá cada tabla, trabadas la una con la otra; así harás todas las tablas del tabernáculo. 18 Harás, pues, las tablas del tabernáculo: veinte tablas al lado del mediodía, al austro. 21 y sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla. 22 Y para el lado del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas.
Si el arte de edificar reune tan admirables muestras de todo género en Sevilla, el arte divino que crea la luz y eterniza la verdad en la tabla, el lienzo y el muro, no tiene ménos quizas de qué enorgullecerse en la patria de Murillo y Herrera.
Una vez en el centro de Red-Mountain y en las cercanías del estribo de la palanca, miró hacia arriba y detuvo el aliento con temor; pues en lo alto, sobre la estrecha tabla, vio la pequeña y aérea figura de su compañera de poco ha, cruzando rápidamente como una aparición.
«El expositor del carbón, D. Leopoldo Ferrer. Se desea tener acciones para la explotación». A este documento, que se encuentra en el estante 2, tabla 5.ª, núm. 1.844, acompaña un plano del criadero que se cita. Fauna.
-Ya lo querría ver -respondió Sancho-, pero pensar que tengo de subir en él, ni en la silla ni en las ancas, es pedir peras al olmo. ¡Bueno es que apenas puedo tenerme en mi rucio, y sobre un albarda más blanda que la mesma seda, y querrían ahora que me tuviese en unas ancas de tabla, sin cojín ni almohada alguna!
A poco de pasar el viajero el pequeño puente de madera de Asang, y dejar á su espalda la tajada roca, por cuyo granítico plano vierten los vecinos montes cristalinas aguas, que la previsión del natural detiene en tanques de piedra, se divisan las primeras casas de la ciudad de Agaña, presentando su entrada una espaciosa calle formada en su mayoría de pequeños edificios de tabla y teja, entre los cuales sobresalen algunos de piedra y otros de cogon y palma.
La Cruz de Arrechedera y Urdaneta está en mis cielos, tabla es que sujeta, cuando zozobra, al bien; porque a despecho de las más encontradas ambiciones, tu religión, tu fé, tus tradiciones, han abrigo recóndito en mi pecho. En el curso del tiempo, desenvuelto, tú, España, volverás, ¿Qué amor no ha vuelto?
Bueno, no tenéis en la cabeza ninguna locura respecto del caballo, ¿eh? ¿Lo venderéis bien lealmente y me entregaréis el precio? De otro modo, ya lo sabéis, todo se lo llevará el diablo, porque no tengo otra tabla de salvación. Os agradará menos el desplomarme la casa encima, sabiendo que también os apretará a vos.
Palabra del Dia
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