Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de noviembre de 2025
Liados en ella, no prestó atención a lo que el médico decía ninguno de los que podían volvérselas al cuerpo: ni el bronco abad de Ulloa, ni el belicoso de Boán, ni el Arcipreste, que siendo más sordo que una tapia, resolvía las discusiones políticas a gritos, alzando el índice de la mano derecha como para invocar la cólera del cielo.
Al ir a avanzar, saltó de entre dos naranjos un bulto negro, cayendo junto a él con sordo rugido. Era el perro de la alquería, un animal feo y torvo que mordía antes de ladrar.
Nos gusta más Homero, ciego y vagabundo; Cervantes, que, según la gente, no tuvo qué cenar cuando terminó el Quijote; Shakespeare, cómico de lengua y empinando el codo en las cervecerías; Beethoven, pobre sordo... y Colón, muriendo de hambre sobre unas pajas, sin haber recibido blanca por sus descubrimientos.
El vítor sordo que estalló en la estancia vecina hízoles comprender al lectoral y a Ramiro que los conjurados eran numerosos. Bien puesto, bien puesto, señor don Enrique exclamaron algunos. Que se fije mañana mismo en los muros de la Iglesia Mayor y en los portales del Mercado.
-Calla, Sancho, pues ves que mi reclusión y retirada no ha de pasar de un año; que luego volveré a mis honrados ejercicios, y no me ha de faltar reino que gane y algún condado que darte. -Dios lo oiga -dijo Sancho-, y el pecado sea sordo, que siempre he oído decir que más vale buena esperanza que ruin posesión.
Y entre el sordo galope del caballo, oí la voz de dolor de Margarita, que me gritaba: ¡Adiós! ¡Luis! ¡adiós! ¡hermano mío! ¡ruega á mi padre que no me maldiga! ¡pide á mi madre que me dé su bendición!... Y Margarita seguía hablándome, pero el caballo se había alejado, y el sonido seco, retumbante, de su carrera, envolvía las palabras de Margarita.
Cuando me ponía a pensar que había venido de los confines de occidente, para traer a una provincia china la abundancia de mis millones, y que, apenas llegué, fuí saqueado y apedreado, me agitaba un rencor sordo y pasaba horas enteras en mi cuarto, meditando venganzas horribles. Retirarme con mis millones era lo más práctico y fácil.
Esta comedia se distingue, desde el principio hasta el fin, por una serie de escenas tan ingeniosas como interesantes, y así en su conjunto como en sus partes es tan bella y tan perfecta, que debe ser considerada, con justicia, como una de las obras más excelentes de la poesía cómica. Poco menos divertido é interesante es el argumento de la titulada No hay peor sordo que el que no quiere oir.
Á un tiempo oigo el acompasado y casi imperceptible susurro del viento entre las hojas de los árboles, el ruido lejano de agua corriente, el acento festivo de unos niños que juegan, y el clamoreo confuso que nos anuncia la proximidad de una gran poblacion, como el sordo rumor del oleaje nos anuncia la cercanía del Océano.
Aunque a D. Salvador le pareció que el que así viajaba no debía andar en cosas buenas, como estaba caliente por su ronquera adquirida inútilmente, al pasar a su lado, le dijo: «Buenas tardes le dé Dios. ¿Sabe que había sido sordo?». El viajero no contestó una palabra. «Cuando un cristiano habla, se le contesta», añadió don Salvador, sin obtener respuesta alguna.
Palabra del Dia
Otros Mirando