Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 22 de julio de 2025


Iba a arriesgar una proposición que significase algo positivo, a solicitar una promesa de verse al otro día en lugar menos público que la cubierta de paseo, cuando ella le miró imperiosamente y dijo en voz queda: A las doce... Le espero a las doce.

Lo había perdido todo. Al día siguiente tendría que solicitar un nuevo préstamo de su pariente para volver al «trabajo». Miguel sintió otra vez la necesidad de hablarle de la visita de la mañana. Era mejor una explicación franca que evitase alusiones é ironías. , la he visto dijo Castro . Os seguí desde una ventana cuando paseabais por los jardines.

Para solicitar las concubinas se acostumbra mandar un emisario á la casa de los padres con el cris ó campilan del pretendiente, en cuyo nombre, una vez tomada la venia, contrata con la doncella las condiciones de la concesión, y seguidamente la lleva á la morada de su dueño.

á lo que se expone una mujer cuando va á solicitar el apoyo de los hombres. No... Eso sería peor que la cárcel. Y por las pupilas de Torrebianca, que mostraba á veces un temor pueril y á continuación una gran energía, pasó cierto resplandor agresivo al pensar en los peligros á que podía verse expuesta la fidelidad de Elena durante las gestiones hechas para salvarle.

Y, prosupuesto que ninguna cosa de cuantas me dijeres en contra de mi deseo ha de ser de algún provecho para dejar de ponerle por la obra, quiero, ¡oh amigo Lotario!, que te dispongas a ser el instrumento que labre aquesta obra de mi gusto; que yo te daré lugar para que lo hagas, sin faltarte todo aquello que yo viere ser necesario para solicitar a una mujer honesta, honrada, recogida y desinteresada.

Aunque las razones que nos favorecen para solicitar uno y otro, ignoro el estado de ambas controversias y la opinion de V. E. sobre el particular, que quizá podrá llegar á mi noticia antes que yo trate con los Portugueses.

El Magistral estaba pensando en la manera de solicitar a sus penitentes que tendría aquel salvaje.... Hubo un momento de silencio. No se había hablado palabra del negocio y hasta el mismo Peláez comprendió que había que abordar la cuestión espinosa.

La desgraciada mujer había venido de muchas leguas lejos, a solicitar el indulto, y alojaba en una casa sucia y miserable de uno de los barrios extremos de Madrid. Allá a la noche me sentí fatigado, cual si hubiera pasado el día trabajando, cuando no hice otra cosa que errar distraído por las calles, y me acosté temprano.

Algo de eso lo había leído él, y no le causaba escándalo el premio solicitado. Lo que llamaba su atención era que en todo el descubrimiento de América únicamente se le hubiese ocurrido solicitar tal merced al primer explorador del río en cuyas riberas había de nacer años adelante la ciudad de Buenos Aires.

Paresciéndome que en el medio que llegaría la nueva orden de V. M. yo podría ir á Nápoles y Sicilia á entender de los Virreyes de aquellos reinos, del de Nápoles, si era su voluntad dar la gente, y del de Sicilia, para saber dél lo que mandaba, vista la dificultad que el Duque de Sessa ponía en dar la suya, y así lo puse por obra y fuí á Nápoles, adonde hallé á D. Sancho de Leyva y al Comendador Caldes, que había ido de parte del Duque de Medina á solicitar la ida de la infantería y á pedir cierta artillería, municiones é vituallas, y habiendo tratado algunas cosas en este particular, él me respondió que daría la gente, que no la diese el Duque de Sessa, y con una galera que me mandó de las del dicho D. Sancho, pasé luego en Sicilia, y hallé que el Duque de Medina Cely, Visorrey della, y á quien se había cometido la dicha empresa, tenía ya hechos muchos aparatos para ella, así de vituallas, artillerías y municiones, como fletado muchas naves para que sirviesen en ella, y me había despachado un correo para que con la infantería española que había de llevar de Lombardía llevase asimismo dos mil y quinientos italianos y procurase recoger dos mil alemanes de los que entonces se licenciaban y los llevase también, el cual despacho no me halló en Milán ni topó en el camino, por haberle hecho yo por mar.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando