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Actualizado: 27 de junio de 2025
En el extremo de la isla, en las rompientes, las olas simulan que disparan cañonazos. A veces, un dedo invisible toca en los vidrios: algún ave nocturna atraída por la luz, y que se estrella la cabeza contra el cristal.
Los síntomas relativos al corazon, á la circulacion, á la reaccion, ó al sistema nervioso cérebro-espinal, son con frecuencia periódicos y marcan estadios que simulan la fiebre intermitente. El pulso es pequeño y acelerado, débil y pequeño, ó pequeño é intermitente; algunas veces tirante y frecuente, y en otras muchas con movimientos tumultuosos del corazon.
La siesta asfixia. El son de los cañales preludia a la tagala esa canción de miel que ha desprendido la ilusión del pentágrama. Los insectos rebullen en las hojas sobre el tapiz de grama, y se duermen rendidos a los hálitos de un ambiente de lavas. El sopor se difunde, derramado por estivales áuras, y en el lejano término simulan dorarse las montañas.
Al intentarse que en una casa se verifique un tapatan nang pasion, acuden por la noche frente á ella varios individuos vestidos de judíos, según ellos dicen y simulan alguna de las escenas de la semana del dolor.
Los dolores del nitrato de plata en los órganos de la vida de relacion, son mas pronunciados y mas durables al parecer, y ningun músculo está exento; produce algunas neuralgias particulares que simulan una ciática, una inflamacion, ó una neuralgia de la rodilla, una afeccion de los huesos de la nariz como si estuvieran rotos.
Entre los síntomas que suministra el estómago, se notan, entre otros del estado agudo y que simulan la gastritis mucosa y la saburra gástrica, numerosos fenómenos de gastroses, cuyo cuadro es el siguiente: disgusto, náuseas y hambre hasta canina, el trabajo de la digestion fatiga muchísimo, hay pesadez, incomodidades y endolorimiento del estómago, vómitos, sensacion de vacío, flatuosidades, algunas veces corrosion, sensacion de frio y ardores con abatimiento.
...Aquí realizaría el ideal de mi vida pensaba Melchor, en la más pequeña de estas propiedades pasaría toda mi vida, reducido al trato de los míos... mis padres... mis hermanos... Clota... los hijos que tuviéramos... todos viviendo la vida sana y pura del campo... ¡Y pensar que los dueños de estas estancias sólo vienen a pasar breves temporadas en ellas cuando los arroja de la ciudad la prescripción imperiosa de la crónica social que publican los diarios!... ¡Ah!... ¡es toda una tiranía la vida moderna!... Vanidades que no tienen nombre... exigencias que no tienen ningún fin moral... Absurdas necesidades que no conducen más que a sacrificios improductivos... una desenfrenada carrera por aventajar al que va delante... ¡y el poder arrollador de ese vértigo dantesco en que todos vivimos pagando en lágrimas y en angustias y en ruindades y en bajezas nuestro tributo miserable y estéril!... ¡Y cómo al alejarnos de ese ambiente vemos la densidad de las sombras que lo envuelven!... ¡Cuántos hombres lacerados por la envidia... abrumados por el pesar de obligaciones anonadadoras y contraídas con el solo fin de pagar dos líneas de esa crónica social!... ¡Cuántas energías malogradas... y cuánto sacrificio sin provecho!... ¡Superficialidad y mentira!... ¡mentira en todo!... La mentira contumaz en la sociedad entera... porque no somos una sociedad en que se mienta más o menos... ¡somos una sociedad que miente!... Si casi no hay un sólo hogar de alguna apariencia en que no impere la mentira... Los padres simulan una capacidad económica de que carecen... los hijos fingen una educación que no tienen... ¡mienten!... las hijas gastan lujos que no han pagado... mienten... las señoras... las señoras... las señoras...
Yo no creo que los galenos toscos y ásperos sean mejores que los finos de porte y de palabra. No pocos simulan cierta tosquedad para demostrar a los incautos que el estudio y las preocupaciones científicas les han impedido adquirir maneras elegantes. Y la verdad, farsa por farsa, prefiero la farsa fina, discreta, cortés, delicada. Pulido es en este sentido lo más pulido que cabe.
Y entre los oros de la tarde incierta vuela al capullo de tus labios rosa la mariposa de mi alma muerta... Cual átomos de raras pedrerías los pensamientos de la luz circulan en las templadas brisas que modulan un desplegar de ténues sederías. Salta en collar de rotas melodías, que en musicales ópalos ondulan, la risa entre sus dientes que simulan un éxtasis de esclavas perlerías.
Consisten en movimientos convulsivos, en calambres, rigideces, pesadez, y mas especialmente, en adormecimientos y ataques bruscos de parálisis sin persistencia. La sensacion de tirantez domina en los dolores superficiales; los de las articulaciones simulan la artritis, y los internos son presivos y contractivos.
Palabra del Dia
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