Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
Y siempre te querré, siempre... Hasta puedo decirte que eres mi única amiga. Hay cosas extrañas; ni tú ni yo seríamos capaces de confiarnos nuestras cosas íntimas, y sin embargo sé que tú me comprenderías. ¡Qué inteligente y qué buena eres! ¿Buena? Y una gran emoción agitaba el alma de Adriana y le impedía responder a tales demostraciones de cariño.
El hombre en este mundo, ni estará jamas sin errores, ni sin defectos, porque su naturaleza corrompida le arrastra, y si Dios no nos asistiera, no seriamos otra cosa que depósitos de vicios y falsedades; pero aseguro, que si usamos debidamente de nuestra libertad, observando en nuestra conducta las dos máxîmas propuestas, ciertamente nos verémos libres de muchos errores y engaños.
Si así no fuese, no seríamos dueños de producir la sensacion ni aun mediante ciertas condiciones: porque como la causa de ella no estaria sujeta á una ley, sino á su libre voluntad, sucederia una y mil veces que la nuestra no estaria de acuerdo con la suya, y por lo mismo no existiria la impresion que deseábamos.
Si él hubiera querido, sin embargo, hace veinte años seríamos dichosos y esta hija que se casa podría ser nuestra ... ¡Oh! qué duro, qué ingrato, qué culpable ha sido ... y ¡cuánto le detesto!" No obstante, no le miraba ya del mismo modo que al principio de la conversación.
Un gran país continuó Nélida . Allí únicamente se vive. ¿Y tú no quieres llevarme? ¡Tan dichosos que seríamos los dos!... Di, ¿por qué no quieres? Fernando quedó indeciso. No sabía qué contestar a esta loca, de una amoralidad desconcertante. Era inútil exponer razones de honor, hablar de su dignidad, que no podía adaptarse a este género de existencia. Jamás llegaría a entenderle.
Seguramente, usted piensa como yo: seríamos despreciables si aceptásemos tal situación. »Cierto, no lo pongo en duda, usted es bastante gentleman para tomarme por esposa sin dote; pero mi padre no lo consentiría, se considera obligado por su formal promesa. Así es que, como usted ve, en esta alternativa no me queda más que decirle adiós.
Yo me había soñado que seriamos muy buenos amigos.... Usted sería el confidente de mis tristes amores; yo, de los venturosos amores de usted. Pero el caballero don Rodolfo no tuvo confianza, en Gabriela, en la pobre Gabriela que amaba y no era feliz. Y me decía yo: ¡Dichosa Linilla! Ama, y es amada!... En aquellos momentos principiaron los fuegos.
Se nos ha dicho que seríamos interrogadas, mamá, dijo la joven sonriendo, pero no que se nos explicaría nada. Tengamos paciencia. La anciana hizo un gesto de resignación. Ya estamos acostumbradas... Marenval se levantó Querida prima, dijo en el tono más afectuoso; dejo á usted, pero volveré á verla muy pronto. Nuestras conferencias serán frecuentes, lo que espero que no les será desagradable.
Entre la tripulación había ingleses, franceses y españoles; pero el núcleo mayor lo formaban los holandeses y los portugueses. En conjunto, seríamos cuarenta. Los marineros dormían en las tarimas del sollado, y cuando hacia calor, ponían las hamacas en la cubierta.
¡Y quién sabe si también cañonazos! dijo con acritud Marenval. ¡No lo quiera Dios! respondió Harvey. Seríamos unos hijos ingratos y despreciables, pues todo se lo debemos á las naciones de Europa, que nos han creado, y especialmente á Francia, que nos ha dado la libertad. ¡Es una noble respuesta! dijo Tragomer. En América estimamos á los franceses.
Palabra del Dia
Otros Mirando