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Actualizado: 18 de junio de 2025
El deseo de seducir al de la carátula y salir pronto de aquel mal paso, satisfaciendo su afán de hablar, de contarlo todo y aun de lucirse, porque era muy jactancioso, luchaba en su alma con el temor de empeorar la situación en que se hallaba, sobreexcitando la codicia del bandido.
Inferiremos de lo dicho, que los escritores ú oradores dotados de grandes cualidades para interesar y seducir, son una verdadera calamidad pública, cuando las emplean en defensa del error. ¿Qué importa el brillo, si solo sirve á deslumbrar y perder?
En efecto se manifiesta enamorado de una joven plebeya totalmente inocente y sencilla, que vive pobremente con su madre y que se deja seducir luego. Faust se cansa del amor de Margarita lo mismo que de todos los goces de la vida. No hay nada mas hermoso en aleman que los versos en que manifiesta a un mismo tiempo el entusiasmo de la ciencia y la saciedad de la dicha.
La dulzura de Tchernoff, sus ideas originales, sus incoherencias de pensador acostumbrado á saltar de la reflexión á la palabra sin preparación alguna, acabaron por seducir á don Marcelo. Todas sus dudas las consultaba con él. Su admiración le hacía pasar por alto la procedencia de ciertas botellas con que Argensola obsequiaba algunas veces á su vecino.
Y al hablar, ponía en toda su personita una gracia risueña capaz de seducir a los más recalcitrantes, lo que no impidió que Martholl le respondiese: Siento, señorita, tener que declinar el honor que usted me hace; pero no podré quedarme hasta el cotillón; tengo la obligación de ir a otra tertulia. ¡Oh, qué fastidio! murmuró ella contrariada.
Asimismo mandó, que á cualquiera individuo que se presente, aseguren y pongan á mi disposicion, á fin de evitar en adelante, que estos mal intencionados aprovechen la ocasion de sorprender y seducir los ánimos sencillos de los indios, robar las haciendas, y cometer muchos atentados atroces, dignos de la mayor pena.
Repitió Almudena las fórmulas y reglas del conjuro, añadiendo descripción tan viva y pintoresca del Rey Samdai, de su rostro hermosísimo, apostura noble, traje espléndido, de su séquito, que formaban arregimientos de príncipes y magnates, montados en camellos blancos como la leche, que la pobre Benina se embelesaba oyéndole, y si a pie juntillas no le creía, se dejaba ganar y seducir de la ingenua poesía del relato, pensando que si aquello no era verdad, debía serlo. ¡Qué consuelo para los miserables poder creer tan lindos cuentos!
Durante el camino, aquella choza y el dinero que estaba oculto en ella habían asediado continuamente su espíritu, y había imaginado distintas maneras de halagar y seducir al tejedor, para que éste, seducido por el cebo de los intereses, se separara sin demora del dinero que poseía.
Mas no es esto todo; de otra cosa quería hablarte, y me alegro de que hayas venido. No se trata tan sólo de que no me ame, y coquetee con el primero que se presenta, pues tal vez jugué su amor y lo perdí, como hice con todo lo demás en la Magnolia, y acaso la coquetería es natural en ciertas mujeres; esto no sería grave, sino para los bobos que se dejaran seducir.
Tú sabes el resto de mi vida continuó . La obligación de obedecer á la doctora, de seducir á los hombres para arrancarles sus secretos, me hizo odiarlos con una agresividad mortal... Pero llegaste tú, ¡tú, que eres bueno y generoso, que me buscaste con una simplicidad entusiasta, lo mismo que un adolescente, haciéndome retroceder en mi existencia, como si aún estuviese en los diez y ocho años y me viera cortejada por primera vez!... Además, tú no eres egoísta.
Palabra del Dia
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