Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de junio de 2025
Allí resultó que fray Pedro aconsejaba mal á sus hijas de confesión, á quienes hacía creer que Jesucristo le había revelado que nada de lo que hiciese era pecaminoso, que se había hecho profeta por dón especial, que decía estaba destinado á ser Pontífice, y que entonces haría apóstolas á sus hijas de confesión, que habían luego de crucificarlo en la Cruz del Campo, y que, enterrado en Tablada, resucitaría á los tres días; que en Babilonia había nacido ya el Anticristo, que tendría de predicar por manera harto maravillosa, con otras muchas sandeces y disparates, con los cuales había tenido embaucados á muchos y producido grande escándalo.
La tarde en que se enfada porque ella no le hace caso, la sigue de cerca en el paseo, entre varios amigos, soltando palabras groseras y carcajadas estúpidas, y llegando a veces a tirarle por las trenzas del pelo, hasta que con esta y otras sandeces consigue hacerla llorar. La conducta de Fulanita suele ser análoga.
Estas sandeces dijo Salvador creciéndose más son para demostrarte que Dios, a quien tú, llevado de una piedad absurda, crees cómplice de tus violencias y de tus sañudas venganzas, es quien te ha burlado y me ha protegido. ¡Qué bien y con cuanta oportunidad ha deshecho tus combinaciones implacables, permitiendo que llegara un día como este, en el cual voy a desarmarte para siempre!
Yo contesto que nadie es dueño de su dinero, ni de un grano de arena, ni de la hoja seca de un árbol, ni del aliento de su boca, para hacer despropósitos y sandeces; nadie es dueño de nada para abusar, porque nadie tiene el poder de cometer absurdos.
Yo tengo el valor de declarar, por lo que a mí concierne, que casi siempre que me veo en esos trances, entro a destiempo y desafinado, y que cuanto más me empeño en enmendar las pifias, peor lo pongo. Pero válgame el consuelo de que llevo vistas mayores torpezas que las mías y hasta enormes inconveniencias y sandeces donde menos eran de esperarse por la calidad refinada de los actores.
Ahora bien; lo mismo tu padre que yo, que toda la familia, esperamos que con la presencia de tu nueva mamá se opere en tu conducta un cambio favorable; que dejes esos modales, propios de gentuza, no de caballeros; que no pases el día metido en la cocina, escuchando las sandeces de los criados; que no te arrastres por los suelos como un perro, estropeando los vestidos; que seas, en fin, menos cerril y desvergonzado.
Vamos a ver respondió el cura que estaba como sobre espinas. Pues estuve a punto de saltarle al cuello. ¡Qué tontería! No se salta al cuello de nadie que no se conoce. Ya sé, ya sé, pero él... Por otra parte, si hubiera sido una mujer, no se me hubiera ocurrido eso. ¿Por qué, Reina! Estás diciendo sandeces. ¡Oh! porque...
Aquella visita fue pesada y melancólica, y además muy molesta para Nieves, que estuvo incesantemente entre las miradas de los dos hermanos: las de Juanita, inquisidoras y mordicantes, y las de Manrique, voraces y hasta desvergonzadas. Se cruzaron pocas palabras entre los tres; y de esas pocas, las de Nieves fueron monosílabos; las de Juanita, impertinencias, y las de Manrique, sandeces. Don Gonzalo, que leía La
Por lo tocante al marqués, tampoco se preocupaba gran cosa con el estado mísero de aquel su retoño, cuyo nacimiento tantas extravagancias y sandeces le había hecho cometer. Bastante más le quitaban el sueño otros cuidados.
-No era -respondió Sancho- sino silla a la jineta, con una cubierta de campo que vale la mitad de un reino, según es de rica. ¡Y que no viese yo todo eso, Sancho! -dijo don Quijote-. Ahora torno a decir, y diré mil veces, que soy el más desdichado de los hombres. Harto tenía que hacer el socarrón de Sancho en disimular la risa, oyendo las sandeces de su amo, tan delicadamente engañado.
Palabra del Dia
Otros Mirando