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Actualizado: 20 de mayo de 2025
He visto en un puertecito algunos viejos pilotos que, demasiado débiles, resignaban sus funciones; empero no lograban resignarse con su nuevo estado, y arrastrando una vida miserable, acababan por perder el seso. En lo más alto de Saint-Michel hay una plataforma llamada de los Locos. En mi vida he visto sitio más adecuado para producir la locura que esa mansión vertiginosa.
El viajero, entretanto, sintiéndose á discrecion de aquellos salvajes y de diez mulas furiosas, se agita en un drama cómico de las mas vivas emociones, acabando por resignarse á todo. Imagínese lo que habrá de sentir el que, saliendo de un magnífico tren de ferrocarril, se entrega por primera vez á esa pesadilla sin sueño que se llama un viaje en diligencia.
Menester era resignarse y callar. ¿Quién, desde la India, por poco sigiloso y por muy jactancioso que fuese, había de tener el capricho de hacer saber en Viena que Poldy, la orgullosa, la siempre esquiva, con condes, con príncipes y hasta con archiduques, se había humillado a escribirle cosas de amor, sin saber quien era e ignorando hasta su nombre?
Era forzoso, pues, vender el caserón y resignarse a vivir en alguna casa modesta de los arrabales. De todos modos añadió doña Guiomar ya no precisas de muchos dineros. La santa Iglesia demanda bienes más puros; y agora pienso que puedes cursar la Teología en el mesmo seminario de esta ciudad. Ramiro escuchó a su madre con verdadero estupor.
Solamente entonces supe que la Bonnetable no se ha consolado todavía de su situación de solterona, debida a su carácter irascible y desagradable. «En los tiempos en que tenía pretensiones,» según su expresión, se dice que puso en fuga a cinco pretendientes; los cinco habían estado muy enamorados del dote, que era bueno, pero nunca pudieron resignarse a casarse con la mujer.
A unos y a otros no les quedó otro recurso que resignarse, y eso hicieron de mal grado con la secreta esperanza de que la joven cambiaría pronto de acuerdo una vez satisfecho el capricho. Aplazose, por tanto, la boda indefinidamente, y el pobre Ricardo empezó a desempeñar su papel de duque de Turingia, casi tan mal como un actor español.
Pero en la presente noche el viejo se mostraba taciturno y más dispuesto á las lamentaciones que á distraer á camaradas. Y siempre será así continuó . El mal no tiene remedio. Siempre habrá ricos y pobres, y los que han nacido para servir á los otros tienen que resignarse con su triste suerte. Bien lo decía mi abuela, y eso que fué mujer.
No pudo contestar; tal fué su emoción. Clementina estaba triste, inquieta. Pero no lo hallaba. Era forzoso resignarse a dejar transcurrir un rato. Los minutos le parecían siglos. Había charlado unos momentos con la marquesa de Alcudia, mas ésta la había dejado en cuanto entró el padre Ortega.
Van-Stael tenía que resignarse; pero no dejó de tomar sus medidas para defenderse de los antropófagos. Hizo colocar las dos lantacas en la playa, de manera que batieran los dos pasos abiertos entre las rocas de la costa y por las cuales podían desembocar los indígenas.
Luz habría de sentarles a su mesa en el banquete de la vida y darles la parte de amor que les correspondiese, o resignarse a perecer. No se repliega el viento a los senos misteriosos donde nace, ni el agua retrocede a las fuentes en que brota; pero el espíritu está sujeto al atavismo como el cuerpo a la herencia. Juan era hijo del camino.
Palabra del Dia
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