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Actualizado: 20 de mayo de 2025


Cierto que, a pesar de ser buenos los tiempos, adelantaba poco a causa de las prodigalidades de su mujer; pero... ¡pobrecilla! él la disculpaba, recordando su juventud monótona y aburrida al lado del tacaño padre, y además, decíase a mismo que alguna compensación había de merecer el resignarse a ser tendera una joven que podía aspirar a una posición más brillante.

Ser un farsante despreciable a sus propios ojos, o un renegado para el mundo, porque la sociedad transige con todas las deserciones y todas las apostasías, pero no tiene piedad para la abjuración del clérigo. Abjurar, o resignarse. Lo primero sería aventurarse a la lucha contra el mundo; lo segundo, envilecerse. ¿Hasta dónde podían precipitarle las consecuencias de una abjuración?

Sienten ante el uniforme el entusiasmo humilde y servil de las hembras de animalidad inferior ante las crestas, melenas y plumajes de sus machos peleadores. ¡Ojo, maestro!... Hay que seguir el nuevo curso del tiempo ó resignarse á perecer obscuramente: el tango ha muerto. Y Desnoyers pensó que, efectivamente, eran dos seres que estaban al margen de la vida.

¡Pero es bien triste...! exclamó su esposa en el colmo de la contrariedad. ¡Tristísimo! respondió él haciendo esfuerzos para no reír . Pero es mejor resignarse, porque no conseguirás más que disgustarte y que te haga daño la comida. Elena siguió a medias el consejo.

Nos hubieran oído los sordos. Yo hubiera tenido un lance con mi rival. Pero ¿contra Dios qué he de hacer? Don Casimiro se consolaba algo con la imposibilidad de tener un lance con Dios, y hasta con la obligación piadosa en que se veía de resignarse. Su encono contra Doña Blanca y contra Clarita no se mitigaba, á pesar de todo.

Ayer me tomó aparte, me dijo que era el hombre más feliz de la tierra y Adriana su Dios. Parece que no podía resignarse a que ella le dejara. Anda todo el día en la calle, arreglando las cosas, comprando muebles. Ha tomado casa en Belgrano, sobre la barranca; me llevó a verla, es un chalet precioso. Adriana, en cambio, no fija su atención en nada.

De modo que el pobre don Modesto tuvo que resignarse a ser el portador de tan triste embajada, la cual no sólo debía ofender, sino escandalizar a su mística patrona. Mil veces más quisiera decía volviendo a Villamar presentarme delante de todas las baterías de Gaeta, que delante de Rosita, con este no en la boca. ¡Jesús, cómo se va a poner!

Me encuentro en cinta, y tanto a mi marido como a nos trae esto preocupados y tristes. ¿Cómo, siendo nuestra fortuna tan pequeña, habremos de sostener una familia tan numerosa? Es necesario resignarse; acaso este nuevo hijo que Dios me concede, será entre todos el que me proporcionará mayor satisfacción. El hijo a que mi madre se refiere, fue una niña que se llamó Sofía.

Con estos defectos, no es de extrañar que algunas veces resulten desproporciones entre las salidas y los ingresos, como dicen ustedes los hombres de negocios. En estos casos, hay que resignarse al contratiempo o conjurarle de cualquier modo, si la necesidad lo exige.

El día era magnífico; pero no, no saldrían: primero monjas que el mundo se enterase de su decadencia, de sus privaciones tan hábilmente ocultadas. Pero las tres no podían resignarse a pasar un día dentro de casa. Además, por los balcones entraba el sol y soplaba un aire cargado de perfume irritante del verano.

Palabra del Dia

bagani

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