United States or El Salvador ? Vote for the TOP Country of the Week !


Desde que se rescató el Santa Ana no habíamos visto al joven Malespina. Por último, después de buscarle mucho, le encontré acurrucado en uno de los canapés de la cámara. Acerqueme a él y le vi muy demudado; le interrogué y no pudo contestarme. Quiso levantarse y volvió a caer sin aliento. «¡Está usted herido! dije : Llamaré para que le curen.

Candido rescató á precio muy subido á Cacambo, y sin perder un instante se metió con sus compañeros en una galera para ir á orillas de la Propontis en demanda de Cunegunda, por mas fea que estuviese. Habia entre la chusma dos galeotes que remaban muy mal, y á quien el arraez levantisco aplicaba de quando en quando sendos latigazos en las espaldas con el rebenque.

La custodia se rescató con gran contento de los feligreses, los cuales costearon después una solemne función religiosa de desagravios. El ladrón no fué solo á cometer su delito, sino que tuvo dos cómplices, como así lo consigna Góngora, el cual dice: «Ayudóle en el sacrílego robo un clérigo, que había sido fraile, y una mozuela.

Sepa Doña Blanca que yo rescato misteriosamente á nuestra hija. Sepa también que si no admite el rescate, romperé todo freno; lo diré todo; seré capaz de una villanía; la deshonraré en público; leeré á D. Valentín cartas que aún de ella conservo; haré doscientas mil barbaridades. Vamos, hombre, modérate. En seguida iré á hablar con Doña Blanca. Ella es madrugadora.

Sometida á diversas dominaciones hasta el siglo XIV, y luego hipotecada como una finca, se rescató en 1390, despues de haber hecho alianza con los tres cantones de la primitiva confederacion.

Le llevaron de Liverpool a Amsterdam, y Zaldumbide lo rescató, pagando sus deudas y embarcándole en El Dragón. Allen era un buen muchacho, pero muy poco marino. Por más que yo intenté explicarle las maniobras, no pude. Miraba al mar como algo sin interés. Tenía espíritu de labrador. Otro hombre bueno en el fondo era Franz Nissen, el timonel. Hablaba muy poco, y nunca de su vida.

Ya pagó de antemano lo que has de heredar de mi marido. Te rescató de Dios para entregarte al mundo. Quédate en el mundo. no puedes ser monja. La mala sangre del Comendador hierve en tus venas. ¿Cómo dudar que eres la hija maldita de aquel impío? Clara, al oir estas últimas palabras, dió un grito inarticulado y cayó desmayada entre los brazos de Lucía.

»Dimos luego quinientos escudos al renegado para comprar la barca; con ochocientos me rescaté yo, dando el dinero a un mercader valenciano que a la sazón se hallaba en Argel, el cual me rescató del rey, tomándome sobre su palabra, dándola de que con el primer bajel que viniese de Valencia pagaría mi rescate; porque si luego diera el dinero, fuera dar sospechas al rey que había muchos días que mi rescate estaba en Argel, y que el mercader, por sus granjerías, lo había callado.

Abrazó Cunegunda á Candido y á su hermano, todos abrazáron á la vieja, y Candido las rescató á entrámbas. Habia un cortijillo en las inmediaciones, y propuso la vieja á Candido que le comprase, ínterin hallaba toda la compañía mejor acómodo. Cunegunda que no sabia que estaba fea, no habiéndoselo dicho nadie, acordó sus promesas á Candido en tono tan resuelto, que no se atrevió el pobre á replicar.

Dia 20 de Mayo, llegaron los toldos que tenia el Cacique Negro, que se conserva de paz con nosotros en Buenos Aires, entre los cuales venian dos negros que habian cautivado en el dristito de Buenos Aires, y una muchacha que tendria 12 años, que se rescató. El cual cacique entregó al Comandante una carta del Exmo. Virey D. Juan José de Vertiz, que se la habia confiado para conducir por tierra.