Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de julio de 2025
Según: rabio á ratos, á ratos río, como olla podrida; y si no engordo, no enflaquezco. Decíamos que el duque... pues... decíamos que el duque... ¿qué decíamos, don Francisco? Yo no decía nada. Yo he querido decir algo... pues... quería haberos dicho algo de cierto hijo. No entiendo á vuestra majestad. Pues hablemos de un sobrino. Lo entiendo menos. De un rizo... Continúo á obscuras...
Venía yo de tirar a las tórtolas en un sembrado, y me encontré a la chiquilla del tío Pepe de Naya, que traía la vaca mismo cogida así y hacía ademán de arrollarse una cuerda a la muñeca. «Buenos días». «Santos y buenos». «¿Me da las rulas?». «¿Y qué me das por ellas, rapaza?». «No tengo un ichavo triste». «Pues déjame mamar de la vaquiña, que rabio de sed». «Mame luego, pero no lo chupe todo». Me arrodillo así el ratón medio se hincó de hinojos ante el abad de Naya, y ordeñando en la palma de la mano, con perdón, zampo la leche. ¡Qué fresca! «Vaya, rapaza.... ¡San Antón te guarde la vaca!». Ando, ando, ando, ando, y al cuarto de legua de allí me entra un sueño por todo el cuerpo..., como que me voy quedando tonto. ¡A escotar!
En cambio tiene usted la gratitud y el amor de muchos. ¿Abatirme? ¡Eso no! replicó en un arranque de energía. ¡Eso no! Nadie me verá rendido. Al contrario: altivo, con soberbia dignidad. Por eso no me quieren. Tomé la pluma, y burla burlando le puse de oro y azul. Mandé a «El Montañés» tres comunicados de chupa y daca. Hijo: mi hombre vio lumbre, y gritó, pateó, rabió.
Apenas la vio don Juan, dijo como si tratase de reanudar la conversación que anteriormente tuvieron: Hoy sí que está usted monísima. ¡Cualquiera diría que se ha escapado usted de uno de esos conventos donde se educan las señoritas de la grandeza! Pues mire usted, estoy que rabio. Hoy me han repartido otro papel... también de esos que... en fin, véalo usted.
Doña Inés se disgustó y rabió, pero don Alvaro quedó más encantado que Calvete y le dio en albricias un doblón de a cuatro duros, después que el niño dijo delante de él la palabreja y él admiró el aprovechamiento y la precocidad del discípulo y la virtud didáctica del maestro.
Ella rabió algo, riñó a D. Joaquín por haber andado en tales pretensiones sin consultarla antes, y, al fin, olvidó el desaire y se quedó tan fresca. ¿Qué necesidad tenía ella de emperatrices, cuando era en su casa la Emperatriz de la hermosura, de la discreción, de la elegancia y del buen tono: una princesa de Lieven o una madame Recamier de entretrópicos?
Eso es mugía el discípulo . Ellos a vivir de gorra, a comerse el dinero de usted, que es mi padre, mientras yo rabio, sin poder darme el gusto de ir a las Cuarenta Horas o al sermón, trabajando para que la mujer y los chiquillos coman apenas. Todo se arreglará decía bondadosamente el hermano . La misericordia del Señor es grande y a todos alcanza.
En los seis meses que pasé á dos leguas de Génova, á orillas del mar más pintoresco del Universo y el más abrigado, en Nervi, sólo disfruté de una pequeña tempestad de corta duración; mas, en tan poco tiempo, rabió con inusitada furia. La vista no podía fijarse á gran distancia. Continuados torbellinos obstruían la visión. Poco se vislumbraba, y ese poco tenía sus límites y era espantoso.
Apuesto que la causa de toda su indisposición ha sido alguna rabieta que ha tenido con D. Valentín. Pues te equivocas. Mi madre no ha tenido la menor rabieta con nadie en todo el día de ayer. Papá estuvo en el campo. Entonces se concibe que no rabiase con él. ¿Y contigo no rabió? Hace días que mi madre está dulcísima conmigo.
Palabra del Dia
Otros Mirando