Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de junio de 2025


Una febril agitación reinaba en las calles barridas por el viento, y en las casas reinaba una profunda quietud. Cuando el chino hubo llegado a la cima de la cuesta, la colina de la Misión se ocultaba ya a su vista y la fresca brisa del mar le daba escalofrío. Descargose de su cesto para descansar.

Presiéntese que tan caro ser ha vivido largo tiempo inmóvil, resignado, en la quietud que hace esperar, esperando, y nada hace ni quiere sino lo que apetece el ser amado. El hijo del mar había puesto toda su dicha en la concha, ésta en el nácar, el nácar en su perla, que no es otra cosa que el mismo nácar concentrado.

Berenguer desesperado de poder alcanzar la recompensa, se fué al rey de Francia, y al Papa á tentar segunda vez que diesen ayuda á los catalanes de Thracia, proponiendo lo mismo que los tres embajadores propusieron; pero ni el rey, ni el Papa, quisieron darsele, y él se hubo de volver á Cataluña, donde vendió parte de su hacienda, y juntó quinientos hombres, todos gente conocida y plática, y embarcado en un grueso navío, dejó la quietud de su casa para acudir á los amigos que tenia en Galípoli.

»Hecho ya esto, quedándose en guardia dellos la mitad de los nuestros, los que quedábamos, haciéndonos asimismo el renegado la guía, fuimos al jardín de Agi Morato, y quiso la buena suerte que, llegando a abrir la puerta, se abrió con tanta facilidad como si cerrada no estuviera; y así, con gran quietud y silencio, llegamos a la casa sin ser sentidos de nadie.

Del vasto teatro les llegaba el eco prolongado de un canto, seguido de aplausos que morían en un súbito silencio. Y estos intermitentes rumores de la invisible multitud que palpitaba tan cerca de ellos, contribuían a darles la sensación de hallarse circundados por una suave y amorosa quietud. Adriana escuchaba a Julio con abandono. Le parecía que sólo un tenue velo de dulzura separaba sus almas.

El rio hace aquí muchos islones, Poblados de onsas, tigres y leones. Al pié de ochenta leguas adelante El grande Paraguay entra famoso, Con mas quietud se muestra, y mas semblante A este rio corriendo con reposo. El Paraná se aparta allá á levante, De á corre con fuerza muy furioso; Del norte corre el otro, consumiendo Las aguas que el Perú viene virtiendo.

El cuerpo A, que está en movimiento, choca con el cuerpo B, que está en quietud; y este, despues del choque, comienza á moverse; prescindiendo de si el choque de A ha sido causa del movimiento de B, lo que nosotros podemos asegurar es, que no tenemos intuicion de la actividad productiva del movimiento. ¿Qué nos dicen los sentidos sobre el cuerpo A? solo nos dicen que se ha movido con tal ó cual velocidad hasta el punto M, en que se hallaba el cuerpo B. ¿Qué nos dicen sobre el cuerpo B? solo nos dicen que ha comenzado á moverse en el instante en que el cuerpo A ha llegado al punto M; hasta ahora solo tenemos relaciones de espacio y tiempo entre dos objetos extensos A y B. ¿Donde está la intuicion de la actividad de A, y de su accion sobre B? carecemos absolutamente de ella.

La paz, el orden, el silencio, la quietud se ampararon de todo el ámbito de la vivienda, y bien pronto no hubo en ella un individuo que no durmiese, a excepción de aquel buen señor de la cojera, el cual, despierto en su lecho, daba vueltas a una idea como si la devanase, sacándola del enredado pensamiento al corriente ovillo del discurso.

Sancho dijo, viendo lo que pasaba: ¡Vive el Señor, que es verdad cuanto mi amo dice de los encantos deste castillo, pues no es posible vivir una hora con quietud en él!

Cuando recordaba que a veces había creído recibir favores y regalos sobrenaturales, y había oído susurros místicos y había estado en conversación interior, y casi había empezado a caminar por la vía unitiva, llegando a la oración de quietud, penetrando en el abismo del alma y subiendo al ápice de la mente, D. Luis se sonreía y sospechaba que no había estado por completo en su juicio.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando