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Actualizado: 13 de julio de 2025
Vistióse sencillamente, siempre con aquel prolijo cuidado de los detalles pequeños que desprecian los talentos vulgares y tienen en mucho los privilegiados y prácticos: una modesta falda de seda negra, un abriguito de terciopelo con pieles y la mantilla recogida por completo sobre los hombros, chiffonné, con mucha gracia, cubriendo las blondas del velo parte del rostro, pero dejando ver perfectamente los rojos pelitos, contraseña suya característica, que cuidó muy bien de dejar a la vista con cálculo prudentísimo, para que en caso de oscuridad o de duda pudieran todos reconocerla.
Al fin y al cabo, no todos los hombres son sabios ni tienen las fibras de hierro ni el corazón de diamante. Realzar así la moral es hacerla poco menos que imposible, salvo para algunos seres privilegiados y de primera magnitud, más profundos que Crisipo y más constantes que Régulo. Mucho tiene que ver el caso que quiero presentar con todo lo que está V. diciendo.
Belarmino quedó pensativo un punto. Que los filósofos hablaban una lengua especial, ya lo sabía él; pero le cabía la duda si cada filósofo hablaba una lengua distinta, inventada por él mismo, o si todos hablaban la misma. Si lo último, entonces los filósofos eran, evidentemente, seres privilegiados, que habían llegado a la verdad absoluta por medio de la revelación directa.
Para que las obras de arte se acerquen a la perfección y nazcan viables, es menester que se nutran antes largo tiempo en el cerebro y se trabajen con sosiego. No se me oculta que hay espíritus privilegiados a quienes basta poco tiempo para engendrar y producir frutos delicados; pero juzgo que ni aun a estos mismos les perjudicará un saludable retraso.
Tomás, del profundo S. Alberto, del seráfico S. Buenaventura, y en pós de ellos los pueblos, los reyes, los magnates y los siervos caen prosternados tendiendo los brazos hácia la hermosa Reina del cielo, clara y pura estrella de la mañana, consuelo de los afligidos! ¡El siglo en que viven es pobre é ignorante en las cosas materiales, sin recuerdo de las reglas y teorías de la antigüedad, y el mismo esfuerzo que hace por emanciparse completamente de la tradicion pagana le conduce á un arte nuevo, imponente y gigantesco, en que bajo la direccion de genios tan privilegiados como humildes, tan amantes de la gloria del catolicismo como de su propia oscuridad, la escultura se convierte toda en espíritu, sentimiento, espresion, plegaria y dolor, y la arquitectura se eleva como un himno incesante, como una oracion perpetua, desapareciendo la piedra bajo la idea, la forma bajo el concepto, la materia ante el espíritu!
Quería que fuese de los felices, de los dichosos, de los fuertes. Ya que el mundo estaba organizado sobre la desigualdad, que figurase su hijo entre los privilegiados, aunque para ello tuviese que aplastar a muchos. Lo que no habían logrado la miseria y el triste destino de Feli, lo conseguía aquel chiquitín con sólo su contacto. Caía hecha polvo la herrumbre de su voluntad.
Estos privilegiados son portentos hasta los quince años, vulgaridades hasta los veinticinco, cero después.
La mayor parte no le comprendían; pero había algunos seres privilegiados y poéticos, casi todos ellos del ramo de sedería, en quienes sus lamentos hallaban eco y simpatía.
Solo á los genios privilegiados es dado adquirir la nocion de la verdad por intuicion; el comun de los hombres no conoce otra via que la de la comparacion. Como en las cosas humanas casi todas las verdades son relativas, porque lo absoluto en la tierra excluye la idea del progreso indefinido, nada puede conducir el espíritu hácia la luz tanto como la observacion de los contrastes.
Hay, no obstante, jóvenes privilegiados, favorecidos por la Providencia con dotes excepcionales que alcanzan los más altos puestos sin lucha, sin esfuerzo y sin peligro. Desde el instante en que uno de estos jóvenes pisa los umbrales de la Academia, sus compañeros, como si viesen en él un ser superior enviado del cielo, se apresuran a allanarle los obstáculos y a sembrar de flores su camino.
Palabra del Dia
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