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Actualizado: 13 de octubre de 2025


Si después de hacer esta vida durante seis meses o un año persiste en meterse monja, déjala que vaya bendita de Dios. Mientras tanto, a nadie convencerás de que no se ejerce presión sobre ella. ¡Uf! exclamó Isabel, después de repetir estas palabras de su padre. La tía se puso de veinticinco colores. Creí que le iba a dar un desmayo.

Los globos oculares están igualmente exentos de dolores; los numerosos síntomas que suministran, se reducen á prurito, estremecimientos y presion: esta última es la mas frecuente; la frotacion los calma, aunque lo realiza mejor la accion del vino y el calor de la cama.

Nada había podido apartarle del cumplimiento de su deber, y hasta había mostrado admirable entereza fuera de casa, donde la entereza, por grande que deba ser, basta con que dure un instante; pero en la casa, con la doméstica tiranía de una mujer dotada de voluntad de hierro, cuya presión es perpetua é incesante, D. Valentín no había sabido resistir, y había abdicado por completo.

Y se alejó, guiando como niños á los dos ciegos, desesperados y hermosos, que erguían toda la cabeza por encima de la suya. Una leve presión de sus dedos podía aplastar este cuerpo de fanal, todo luz, sin otra materia que la precisa para transparentar y guardar la llama interior. ¡Adiós, lady! dijo el príncipe.

A los seis años de su profesión, sor Misericordia se llamaba la madre abadesa. Su competidora vencida enfermó de rabia, y murió desesperada bajo la presión de su vencedora. Hay entre las armas antiguas una que se llama puñal de misericordia. Con este puñal remataban los vencedores á los vencidos. A esta madre, en fin, fué á visitar la joven y hermosa doña Catalina de Sandoval, condesa de Lemos.

En la coloquíntida, los objetos aparecen iluminados, y la inyeccion es rubicunda y de menos estension que en la spigelia; pero constituye un síntoma bastante constante con la sensacion de presion y de ardor quemante.

Dos o tres lámparas dispersas en el extenso local alumbraban tanto como era necesario nada más el amplio espacio ocupado por las voluminosas máquinas. En aquel momento comenzaba el corte de la treuillée: es decir, se amontonaba la uva ya exprimida y se extendía en forma de poder extraer de ella por nueva presión de máquina el jugo que aún contenía.

Entonces comprendí, azorado y atónito, que alrededor de las murallas de esa pieza había, formando altas pilas, unos sobre otros, una inmensidad de sacos de cuero llenos hasta casi reventar. Toqué una pila que había al alcance de mi mano, y vi que lo que dentro se encerraba, era duro y angular y no cedía a la presión.

Salía en coche a dar largos paseos con Cecilia o con Ventura, y solía llevar a su nieta Cecilita, en quien adoraba. Don Rufo hablaba de la necesidad de trasladarse a otro clima, a otro país más elevado sobre el nivel del mar, donde el aire tuviese menos presión.

No es una de esas inocentes brisas que levantan olas como montañas, ¡no!; el mar se eleva muy poco, porque es tal la fuerza del levante que rechaza las olas, que las nivela por el poder de presión que ejerce la columna de aire sobre la superficie del agua.

Palabra del Dia

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