United States or Réunion ? Vote for the TOP Country of the Week !


¿Serías capaz, Laurita, comenzó con la voz ligera como un soplo, cuando estuvieron solas, serías capaz de explicarme sinceramente algo que quiero preguntarte? , siempre soy contigo sincera. ¿Por qué te preocupó, aquella vez, que Camucha pudiera haber contado a Julio tu asunto con José Luis? Laura ni pareció siquiera advertir el tono demudado con que la había Adriana interrogado. ¿Preocuparme?

Me moriría, te lo juro... Debe parecerte muy rara la indiferencia mía para con José Luis. sabes toda la historia; no necesito preguntarte si te la ha contado Camucha. Capaz la creo de habérsela contado también a Julio. ¡Oh, no! No lo pienses, Laura.

¡Ven, alma mía!... voy a preguntarte una cosa... ¡Ven, corazón mío! Tomó la cabeza de Marcelita entre sus manos y mirándola fijamente: Marcelita... vas a decirme... una cosa... ¿El qué papá? Titubeó algunos segundos; en seguida, bruscamente, sonriendo con amarga sonrisa: Quiero que me des otro beso... ahora anda... anda a jugar... nena mía... corre. Y Marcelita se fue corriendo.

-Ya yo he dicho -le respondieron- que yo no juzgo de deseos, pero, con todo eso, te decir que los que tu hijo tiene son de enterrarte. -Eso es -dijo el caballero-: lo que veo por los ojos, con el dedo lo señalo. Y no preguntó más. Llegóse la mujer de don Antonio, y dijo: -Yo no , cabeza, qué preguntarte; sólo querría saber de ti si gozaré muchos años de buen marido.

Voy á preguntarte una cosa. ¿Conoces en Zaragoza á un liberal que se llamaba Bernabé del Arco? , señor contestó Lázaro, que conocía y apreciaba mucho á aquella persona, orador y escritor de nota. Era de los exaltados, ¿eh? indicó el fanático con mordaz ironía.

Esa boca no es la mía, ¡cuidado con ello! Digo que hay esas bocas, y no digo más que eso replicó el hombrazo. Santo y corriente; pero yo vuelvo a preguntarte si va o no va, para conocimiento de mi sobrino, todo tu pasaporte, ¡cuartajo! Y yo te respondo que lo que es honra para , no puede ofenderme. Con que allá te veas, y no hay más que decir.

Quilito se había estremecido, porque parecióle que las ruedas le pasaban por encima, triturándole los huesos... De pronto, Agapo, que se calentaba a la lumbre, volviéndose de lado y de frente, para repartir el calorcito equitativamente, preguntó: ¡Ah! dime... bien decía yo que tenía algo que preguntarte y no caía qué cosa era... hoy debe haber ocurrido algo muy grave, muy extraordinario, en tu casa.

No he querido preguntarte nada; esperaba tus confidencias. lees tan bien siempre lo que pasa en mi corazón, que muy pocas cosas tengo que contarte, creo... Esas pocas cosas yo debo saberlas, sin embargo... ¿Huberto Martholl te gusta? Me gusta, madre querida... ¿Y bien? Es que... Veamos, voy a ayudarte, querida mía; ¿sabes si le gustas a él?

«Mi querido Álvaro: Acabo de saber que Joaquina dio a luz hace seis días un niño, el cual se ha inscrito en la parroquia y en el registro civil con tu apellido. He procurado informarme, y me han dicho que era perfectamente legítimo, puesto que tu esposa ha estado en Peñascosa hace unos meses y ha dormido en tu misma casa. Te escribo apresuradamente para preguntarte si es cierto.

Preguntóme cúya era la espada que llevaba al lado; respondíle que mía y, mirándola, dijo: "Esos gavilanes habían de ser más largos para reparar los tajos que se forman sobre el centro de las estocadas." Y empezó a meter una parola tan grande, que me forzó a preguntarte qué materia profesaba. Díjome que él era diestro verdadero, y que lo haría bueno en cualquiera parte.