United States or Macao ? Vote for the TOP Country of the Week !


Me acostumbré inmediatamente á su presencia; necesité verlo en mi casa; me pareció que mi vida tomaba junto á él una serenidad, una alegría profunda y discreta que nunca había sospechado. no sabes lo que es eso, Miguel; no podrías comprenderlo por más que yo te lo explicase... Te juro que fué la mejor época de mi vida. No hay amor como ese.

¡Escúchame, Pepa, por Dios!... ¡Si me salvas, te juro por las cenizas de mi madre y por mi salvación, que te regalaré los cinco mil pesos que tengo en el banco!... ¡Piénsalo bien, Pepa!... Podrías comprarte con eso una quintita y vivir feliz... Pepa silbaba siempre...

La hubiera cogido por aquellos pelos tan abundantes, para restregarle el hocico contra el suelo. «¿No podrías hacer un esfuerzo...?» indicó, sacando valor de lo intimo de su pecho. ¡Qué más quisiera yo!... Me da tristeza de no poder socorrer a usted. Crea que lo siento muy de veras. Yo haría cualquier cosa en obsequio de usted y de D. Francisco...

Informó a su hermano, minuciosamente, acerca de las circunstancias que ella conocía. podrías interrogarla añadió contigo fue siempre más "dada". Cuando Raquel o yo procuramos hacerla hablar, ella suplica que la dejemos, que las cosas marcharán así mucho mejor, y para bien de todos. En fin, yo nunca he tenido de sus asuntos más noticias de las que hubiera podido recibir un extraño.

Ya sabes que te paso todas tus locuras; te permito quedarte en El Águila Negra todo el tiempo que quieres; te dejo beber de ese mal vino tinto que cuesta tan caro, todo lo que puedes soportar; te preparo la cena cuando vuelves tarde a casa; y, a propósito, bien podrías evitar el volcar tres sillas como lo hiciste ayer.

¿Qué más hacer podrías, con entera eficacia, sino saber, heroica, triunfar en la desgracia, y dar un santo bálsamo de paz a tu orfandad? La vida es así: mezcla de gozo y agonía... A la tétrica noche, sucede el claro día, y al día placentero, la triste obscuridad...

Y como a más del insulto había le insidia, la atmósfera se cargaba. Me parece díjole una noche Mazzini, que acababa de entrar y se lavaba las manos que podrías tener más limpios a los muchachos. Berta continuó leyendo, como si no hubiera oído. Es la primera vez repuso al rato que te veo inquietarte por el estado de tus hijos.

PANTOJA. Ángel de todos, de Dios principalmente. Convéncete de que has caído en buenas manos, y déjate, hija de mi alma, déjate criar en la virtud, en la pureza. Bueno, señor: purifíquenme. ¿Pero soy yo mala? PANTOJA. Podrías llegar a serlo. Prevenirse contra la enfermedad es más cuerdo y más fácil que curarla después que invade el organismo. ELECTRA. ¡Ay de ! PANTOJA. ¿Por qué suspiras así?

Diego manifestó doña María con severo acento . Me enfada la bajeza de tus conceptos, que indican la ruindad de tus juicios. Si Inés fuera tu hermana, podrías tener esos escrúpulos; pero siendo tu futura esposa, cuanto has dicho es ridículo. Una gran señora, ¿ha de ser encogida y corta de genio como una novicia de convento? D. Diego, oído esto, se acercó de muy mal talante a sus hermanas.

¿Por qué no en la escuela? Eso no es amable, señor cura... ¿Quién iba entonces a azucararle a usted el café? Crea usted, querida señorita... Por otra parte, yo me opondría formalmente, declaró Neris con calor; esta niña no se ha separado nunca de nosotros y no es ahora, cuando su educación está casi acabada... ¡Bravo, tío! En primer lugar, no podrías pasarte sin . ¡Querida niña!