Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de julio de 2025
El rio Paraná Guazú tiene 30 leguas de ancho hasta su golfo ó boca, que corren 50 leguas continuas hasta el puerto de San Gabriel, donde solo tiene de ancho 18 leguas. Nuestro piloto dijo al de la otra nave si queria seguirle, á que respondió, que era casi de noche, y queria estarse en el mar hasta salir el sol, y no llegar á tierra en noche sin tempestad.
El viajante de comercio contaba en todas partes el suceso, y á continuación su novelesco encuentro con el padre, la caída mortal de éste al recibir la noticia, su desesperación cuando recobró el conocimiento. El piloto había corrido á presentarse en la casa de su capitán. Todos los Blanes estaban en ella, rodeando y consolando á Cinta.
Y cátate el dinero en la mano, sin más garantía que la sagrada orden superior; en cuanto al Banco, que espere el reintegro, y si se cansa, que se siente. Que sale bien el negocio, y casi siempre sale bien... pues al bolsillo, una vez deducidas las ganancias. Con un piloto como don Bernardino, se puede navegar confiadamente.
Teniendo presente la experiencia del evangélico, Mac Sangley evitó con cuidado y paciencia el escollo sobre el cual, éste, poco adiestrado piloto, había hecho naufragar la fe reciente de la niña.
Dejemos que se cansen, Cornelio, y verás cómo acabamos por podernos ir tranquilamente. Comamos ahora algo, y descansemos. ¿A quién le toca el primer cuarto de guardia? A mí dijo el joven . Podéis dormir tranquilos: ningún pirata se acercará sin mi permiso. Te hará compañía Horn. Ven más cuatro ojos que dos. Los míos todavía son buenos dijo el viejo piloto.
¡Ah, sí!... ¡la espía boche! dijo tras de una larga pausa . La fusilaron hace unas semanas. Los periódicos han hablado poco de su muerte. Unas cuantas líneas; esas gentes no merecen más... Tenía el amigo de Ferragut dos hijos en el ejército; un sobrino suyo había muerto en las trincheras; otro, piloto á bordo de un transporte, acababa de perecer en un torpedeamiento.
Haremos nuestros viajes sin buscar al enemigo, llevando cargamentos lo mismo que antes; pero si el enemigo nos sale al paso, encontrará quien le conteste. Estaba dispuesto á morir, si tal era su destino, pero agrediendo al que le atacase. ¿Y no puedo ir yo también? insistió el piloto. No; detrás de ti existe una familia que te necesita.
No obstante, siempre será necesario que el navio, que no llevare piloto práctico de este puerto, dé fondo afuera, y envíe la lancha á reconocer la entrada: porque, como he dicho, es dificil, y siempre será bueno entrar cuando la marea vaya perdiendo la fuerza, para poder ancorar en bastante fondo, antes que baje la marea.
Recordaba sobre todo, por ser más reciente, el viaje de Juan Díaz de Solís, piloto de la Casa de Contratación de Sevilla, el cual había navegado por los mares del hemisferio austral hasta más allá de los 35 grados de latitud, sin hallar término al nuevo continente ni estrecho alguno por donde se pudiese salir navegando al mar del Sur descubierto por Balboa.
De los cinco vascos, cuatro éramos relativamente buenas personas; pero el teniente Ugarte, no. Este era endemoniado, malo, atrabiliario. El capitán Zaldumbide le conocía, y como mandaba en dueño absoluto y allí no se guardaban más jerarquías que la suya, nos dijo varias veces en vascuence delante del piloto: Este es un perro.
Palabra del Dia
Otros Mirando