Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 14 de julio de 2025
Hasta ahora apenas hemos hablado de la niña; de la criaturita cuya inocente vida parecía una bella é inmortal flor brotada en medio de la excesiva lozanía de una pasión criminal. ¡Cuán extraña se presentaba esa niña á los ojos de la triste mujer, á medida que ésta contemplaba el desarrollo y la hermosura, cada vez más brillante, y la inteligencia que iluminaba con sus trémulos rayos las delicadas facciones de su hija, de su Perla!
Perla, entretanto, se había apartado de su madre y estaba jugando como mejor le parecía en la plaza del mercado, alegrando á aquella sombría multitud con sus movimientos y vivacidad, á manera de un ave de brillantes plumas que ilumina todo un árbol de follaje obscuro, saltando de un lado á otro, medio visible y medio oculta entre la sombra de las espesas hojas.
Los españoles tenemos esa ventaja sobre los habitantes de otras naciones. ¿Qué país tiene una Jauja tal, una isla de Cuba para remediar los desastres de sus hijos? ISIDORA. ¡Ya! JOAQUÍN. Me iré a la perla de las Antillas, como decimos por acá. ¿Quieres ir conmigo? Yo te cuidaría si caías malo, y te desviaría de tus calaveradas, porque allá... Pero no puedo, no puedo salir de aquí.
Y como si hubiera un maleficio en la triste letra, desapareció su hermosura y todo lo que en ella había de femenino, á manera de rayo de sol que se desvanece, y como si una sombra se hubiera extendido sobre todo su sér. Efectuado el terrible cambio, extendió la mano á Perla.
Zafóse Candido asustado, y el miserable dixo al otro miserable: ¡Ay! ¿con que no conoces á tu amado maestro Panglós? ¿Qué oygo? ¡vm., mi amado maestro! ¡vm. en tan horrible estado! ¿Pues qué desdicha le ha sucedido? ¿porqué no está en la mas hermosa de las granjas? ¿qué se ha hecho la señorita Cunegunda, la perla de las doncellas, la obra maestra de la naturaleza? No puedo alentar, dixo Panglós.
Y le mostró una especie de puñal disimulado, un estilete sutil y triangular de verdadero acero, rematado por una perla larga de vidrio que podía servir de empuñadura. «¡Entre qué gente vives! murmuraba en el interior de Ferragut la voz de la cordura . ¡Dónde te has metido, hijo mío!»
Estaré de pie contigo y con tu madre otro día; sí, otro día; pero no mañana. Perla se rió é intentó desasir la mano que le tenía asida el ministro, pero éste la mantuvo firme. Un instante más, niña mía, dijo. Pero ¿quieres prometerme que mañana al mediodía nos tomarás de la mano á mi madre y á mí? le preguntó Perla. No, no mañana, Perla, dijo el ministro, pero otro día.
Sus únicas horas de completa tranquilidad eran cuando la niña yacía en el reposo del sueño. Entonces estaba plenamente segura de la criaturita, y gozaba de deliciosa y apacible felicidad hasta que, acaso con aquella perversa expresión que se veía vislumbrar bajo los entreabiertos párpados, Perla despertaba.
Perla lo veía todo, lo contemplaba todo intensamente, pero jamás trató de trabar conocimiento con ninguno de los niños. Si le hablaban, no respondía.
Díme, niña, ¿quién eres, y qué ha movido á tu madre á aderezarte de un modo tan extraño? ¿Eres una niña cristiana? ¿Sabes el catecismo? ¿Ó eres acaso uno de esos petulantes duendes ó trasgos que creíamos haber dejado para siempre en la alegre Inglaterra? Yo soy la hija de mi madre, respondió la visión escarlata, y mi nombre es Perla.
Palabra del Dia
Otros Mirando