United States or Venezuela ? Vote for the TOP Country of the Week !


2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y tenéis envidia, y no podéis alcanzar; combatís y guerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4 Adúlteros, y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios?

¿Creéis que Lerma dejará sin castigo á quien le ha estropeado á su favorito? no os hablo de , que importa poco... pero él... él, que ha alcanzado gracia á vuestros ojos. Me pedís un martirio. Sed mártir, si queréis la gloria. ¡Me pedís que, amando á un hombre, sea querida de otro! exclamó profundamente la Dorotea. Necesitáis reparar el daño que habéis hecho. ¡Yo!

A lo cual don Quijote respondió, con mucho entono y gravedad: -Por cierto, fermosas señoras, yo soy muy contento de hacer lo que me pedís; mas ha de ser con una condición y concierto, y es que este caballero me ha de prometer de ir al lugar del Toboso y presentarse de mi parte ante la sin par doña Dulcinea, para que ella haga dél lo que más fuere de su voluntad.

Con lo hecho basta, Roger, dijo Norbury. ¡, ! exclamaron otros; se ha portado como bueno. Por mi parte, no tengo el menor deseo de matar á este doncel, si se confiesa vencido, dijo Tránter enjugando el sudor que bañaba su frente. ¿Me pedís perdón por haberme insultado? le preguntó Roger súbitamente. ¿Yo? No en mis días, contestó Tránter. ¡En guardia, pues!

Dadme vos dijo uno que ello sea así como decís, y que os la den como la pedís, y sentaos junto a lo que del asno queda.

Si pedís parecer de los que ahora Están en posesión, y que es forzoso Que el vulgo con sus leyes establezca La vil quimera deste monstruo cómico, Diré el que tengo, y perdonad, pues debo Obedecer á quien mandarme puede, Que, dorando el error del vulgo, quiero Deciros de qué modo las querría, Ya que seguir al arte no hay remedio En estos dos extremos dando un medio.

Yo digo que no conviene Pedirme lo que pedís, Porque muy poco advertís El peligro que contiene. Qué peligro puede haver, Queriéndolo tu señora? La ofensa, que siendo mora A Mahoma viene á hacer. Dexame ya con Mahoma, Que agora no es mi señor, Porque soy sierva de amor, Que el alma sujeta y doma. Echa ya el pecho por tierra, Y levantate á mi cielo. Señora, tengo un recelo Que me consume y atierra.

No tenemos entre todas un cuarto dijo doña Clara , ¿y pedís veinte y dos maravedís? Andad, Contreras, que siempre fuistes impertinente. Una doncella de las presentes, viendo la esterilidad de la casa, dijo a Preciosa: Niña, ¿hará algo al caso que se haga la cruz con un dedal de plata? Antes respondió Preciosa se hacen las cruces mejores del mundo con dedales de plata, como sean muchos.

Ellos lo recibieron de muy buena gana, y dijeron: ¡Guelte! ¡Guelte! -No entiendo -respondió Sancho- qué es lo que me pedís, buena gente.

Porque no tengo a muy honesta señal haberse vuesa merced levantado de su lecho. -Eso mesmo es bien que yo pregunte, señora -respondió don Quijote-; y así, pregunto si estaré yo seguro de ser acometido y forzado. ¿De quién o a quién pedís, señor caballero, esa seguridad? -respondió la dueña.