Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de junio de 2025
Tal vez enfermase, para que todos en la isla la compadeciesen, y sin embargo, su alegría era inmensa, la alegría de una venganza incubada durante muchos años, viendo a un Febrer, al hijo del hombre odiado, sumido en lo que consideraba la más afrentosa de las deshonras... ¡Y él, empujado por las angustias de la ruina, tendría que proporcionarle este placer casándose con la hija de Valls!... «¡Ah, miseria!»
Cayeron sobre la mesa una porción de papeles. Eran acciones de minas, títulos de la Deuda..., una fortuna. Entre ellos había una carta, que decía así: «Mi querida Mary: La carta de tu padre que me trajo tu marido hace algún tiempo me reveló que tú y yo somos hermanos, hijos del mismo padre. Shanti, a quien tanto he odiado, es pariente mío, casi hermano.
Apolonio y Belarmino... se abrazan en un abrazo callado, prieto, efusivo y fraternal. Nunca te he odiado; lo juro dice Apolonio, al cabo . Nunca te he odiado, aunque tú me despreciabas. Nunca te he despreciado murmura suavemente Belarmino. Es la primera vez que se hablan, y se tratan de tú con espontaneidad, porque en el misterio del pecho eran íntimos el uno del otro, desde hace muchos años.
La joven desabrochó su corpiño, la hizo aire con el abanico. Y misia Gregoria desmayó su cabeza sobre el seno de su hija, bajo el cual se abrigaba la traidora carta del odiado vástago de los Vargas.
Ahí está ese gaznápiro decía don Bernardino, espiando lo que no le importa; ¡y pensar que con media palabra mía, podía quitarme semejante estorbo! Por su parte, don Pablo Aquiles se irritaba cada vez que veía pasar al odiado personaje. ¡Cerrar esa puerta! prorrumpía apartando el mamotreto que estudiaba, ¡qué negros éstos! Nada, tendré que cambiar de sitio.
La orden para que saliese de aquella casa que ya no era suya se la dio un sobrino de la señora, al que ésta había odiado por su carácter egoísta y por varios engaños en asuntos de dinero. Acaudillaba a todos los parientes, imponiéndoles miedo y respeto. Maltrana escuchó en silencio la sonora arenga del importante personaje. Nada le quedaba que hacer en una casa que no era la suya.
Quiero recitar ese canto heroico continuó Golbasto para que se vea la diferencia entre la verdadera poesía y las miserables y cínicas falsificaciones que se sirven á nuestro pueblo, tal vez en este mismo instante. La alusión al joven y odiado poeta que estaba declamando su obra en el templo de los rayos negros fué saludada con una explosión de risas simpáticas y de gruñidos inteligentes.
Pues á su novio, el nieto del tío Tomba. ¡Vaya un acomodo! Y las treinta bocas crueles empezaron á reir como si mordieran; no porque encontrasen gran chiste á la cosa, sino por abrumar á la hija del odiado Batiste. ¡La «Pastora»!... dijeron algunas . ¡La «Divina Pastora»!... Roseta alzó los hombros con expresión de indiferencia. Esperaba este apodo.
Hombres famosos en Europa por su elegancia y sus locuras, han caído a mis pies y los he tratado como chiquillos. Me han envidiado y odiado las damas más célebres, copiando mis trajes y mis gestos.
El buen jardinero saludaba con igual entusiasmo al cárdena borbónico odiado de los reyes, que al prelado con patillas que hacía temblar a toda la diócesis con su genio acre y desabrido y sus arrogancias de revolucionario absolutista.
Palabra del Dia
Otros Mirando