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Actualizado: 30 de abril de 2025
A un lado y otro volvía los ojos con tierna inquietud, hasta que, dejando ir su diestra y linda mano debajo del pecho, y con la siniestra manteniendo la hermosura de su mejilla, fija la vista en la luna, que ya parecía entre los cielos, estuvo extática un breve instante, hasta que, dando un blando aliento, y casi sin abrir los labios, y como si esta armonía se le deslizara furtivamente por ellos, cantó esta cantinela, por aquel tono triste y penetrante de los cantares moriscos: CANTINELA
Otro de los males ocasionados á España por la política de Fernando V, fué la guerra con los moriscos, los cuales continuamente se rebelaban no pudiendo tolerar por mas tiempo la opresion i vileza en que vivian. Este rei para apoderarse de Granada concedió á los moros los capítulos que ellos pidieron para verificar la entrega.
Al frente, Burjasot, prolongada línea de tejados con su campanario puntiagudo como una lanza; más allá, sobre la obscura masa de pinos, Valencia achicada, liliputiense, cual una ciudad de muñecas, toda erizada de finas torres y campanarios airosos como minaretes moriscos; y en último término, en el límite del horizonte, entre el verde de la vega y el azul del cielo, el puerto, como un bosque de invierno, marcando en la atmósfera pura y diáfana la aglomeración de los mástiles de sus buques.
La situación de los moriscos que residían en Sevilla al terminar el siglo XVI era en verdad comprometida y en muchas ocasiones fueron tratados con la mayor crueldad por las autoridades y por el mismo pueblo. Mas como si fuesen pocos los castigos que se les imponían por la Inquisición y por otras autoridades, en el año de 1600 se vieron amenazados de un peligro que á todos ellos podía pesarle.
Ramiro sabía harto bien lo que aquello significaba, y tembló por la doncella, ante el pavoroso recurso de la hechicería. Esa misma tarde, paseándose con el Canónigo por la plazuela de la catedral, refiriole Ramiro, por primera vez, su entrada en la casa de los moriscos y el comienzo de su aventura con Aixa, como si todo acabara de suceder.
Muley, prendado de las gracias de su prima, él mismo se la había destinado y nombrado de antemano para premio de sus anhelos y corona de su trabajo desde que diese el grito de independencia, conociendo al mismo tiempo que nada podría ejecutar más bien visto como este enlace para aficionarse más y más las voluntades de sus moriscos.
Don Fernando, al oirlo, le concede al punto la libertad, y Muley se aleja de su lado lleno de alegría, y dando las gracias á su generoso adversario; escena sublime, propia de aquella caballería romántica de las guerras civiles de Granada, y hasta en sus palabras se nota cierto colorido semejante al de los romances moriscos.
Su historia es la Historia de España entera a través de la decadencia austriaca. Infantes, en 1575, lo componían 1.000 casas; hoy lo componen 870. «Yo no recuerdo haber visto en treinta años me dice un viejo labrar una casa en Infantes.» Contaba el pueblo en 1575 con 1.300 vecinos; 1.000 eran cristianos viejos; los otros 300 eran moriscos.
»En esos mismos Juegos florales se ofreció una pluma de oro a la mejor Memoria histórico-filosófica acerca de la expulsión de los moriscos y sus consecuencias en el reino de Valencia, a cuyo premio también opté, presentando una Memoria con el lema El tiempo es la mejor prueba de la justicia.
Promulgada en 1502 la Pragmática de los Reyes Católicos contra los moriscos, dispúsose en ella que los que optasen por permanecer en el Reyno habían de convertirse á la religión cristiana, prohibiendo á los que no lo hicieran dentro del plazo que se les fijaba, que saliesen de él, para lo cual facultóse á los gobernadores de las fronteras para que los hiciesen prisioneros.
Palabra del Dia
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