Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 15 de junio de 2025


A las nueve, Marcos Divès se hallaba de camino hacia el Falkenstein con los prisioneros. A las diez, todos dormían en la alquería y en la meseta de la montaña, alrededor de las hogueras del vivaque. Sólo se interrumpía el silencio de tarde en tarde, por el ruido de los pasos de las rondas y por el «¿quién vivede los centinelas.

Yo le miré estoicamente y no le contesté. ¿Para qué protestar, si mi protesta no iba a servir de nada? Los dos marineros se metieron en el agua, me cogieron, el uno de los hombros y el otro de los pies, y con grandes esfuerzos me subieron a una meseta de la roca y me dejaron tendido entre malezas y zarzales. Luego saltaron los dos al barco y el ruido que hacian al alejarse.

Aquella masa de granito se llama el Pico de los amantes. En la meseta que forma la superficie de aquella roca está escrita la intransigencia, principal atributo del feudalismo. De aquella meseta, se cuenta una tradición semejante en su origen á la que guarda bajo el hermoso cielo de Andalucía, no lejos de Archidona, la llamada Peña de los enamorados.

Dióle las señas de éste como pudo; y los expedicionarios tuvieron que desandar parte de lo andado, trepar por un escarpado, y subir a la meseta de una montaña, donde hallaron al Mayorazgo presidiendo la roturación de un gran terreno que acababa de adquirir en aquellas alturas. Era hombre joven todavía y de rostro desengañado. No mostró gran curiosidad al verse acometido por el pequeño escuadrón.

Una imágen de talla de tres cuartas de alto de nuestra Señora de la Concepción con su corona de plata, la imagen estofada de colores y oro con su peana dorada, que es la que estaba en la Capilla de las Reales Almonas. SIGUEN LAS PINTURAS. Una tabla embutida en la pared, en la meseta principal de la escalera, de ntra. Señora con el Niño Jesús, guarnecida de flores, con moldura dorada y cristal.

Entre la sepultura y el borde del barranco quedaba una meseta, desde la que se disfrutaba la visión de un panorama magnífico, y un millonario de París se atrevía á construir una casa de estilo «artista», con jardines en terrazas escalonadas, creyendo empresa fácil conseguir el traslado del general al cementerio y la demolición de su capilla-tumba.

Está situado en una meseta o cornisa que forma la falda de la colina, a una altura bastante considerable ya sobre el nivel del río. El edificio no es grande ni ofrece mucho de particular en el estado de abandono en que se halla; pero delante de él hay una especie de terraza, desde donde se divisa uno de los paisajes más hermosos que pueden verse en ninguna parte del mundo.

La senda se llama del Miradorio, porque este nombre se da a aquel lejano término de la meseta por donde pasa para caer de repente cuesta abajo... Viniendo ahora con los ojos a cosas de menos fuste, para tomar nota de todo, aquí a plomo tiene otro patio perteneciente a la casa, con su cerca y entrada correspondientes.

La situación de la ciudad es pintoresca, aunque muy singular. Estando ésta en una depresión entre las montañas, el viajero no la ve hasta llegar al borde de la meseta, y la apariencia súbita de sus tejados colorados y sus árboles verdes, coronados del pico nevado del Illimani, presenta una vista muy hermosa.

El gran Emperador mandó edificarlo en aquel eminente paraje, donde yacía en ruinas el viejo Alcázar que habitaron los grandes Alfonsos.....; y es fama que, siempre que bajaba ó subía la monumental escalera, se paraba en su gran meseta y decía: «Sólo aquí me creo verdaderamente Emperador

Palabra del Dia

dermatológicas

Otros Mirando