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Actualizado: 19 de mayo de 2025
No han sido las alabanzas que Vd. me ha hecho de D. Luis sino mis ojos y mi poco recato los que me han perdido. Aunque Vd. no me hubiera hablado jamás de las prendas de D. Luis, de su saber, de su talento y de su entusiasta corazón, yo lo hubiera descubierto todo oyéndole hablar, pues al cabo no soy tan tonta ni tan rústica.
Diría repuso con la mayor naturalidad don Luis que tu padre fue hombre tal que pudiendo salvar su inmensa fortuna sin más que pasar la frontera y acaso con sólo sostener un pleito prefirió perderlo todo por cumplir fielmente sus compromisos, aun aquellos en que no medió documentación alguna, sino sólo su palabra: que luego rehizo parte de su riqueza entre el asombro y el respeto de todos porque aquella conducta le dio inmenso crédito.
Prudencio de Sandoval, Vida de Carlos V. Para el conocimiento de la desgraciada empresa de los Gelves en 1510, son de consultar, á más de los autores citados en las notas anteriores, Luis del Mármol, Descripción del África. Reino de Túnez. Bernáldez, Crónica de los Reyes Católicos. Zurita, Anales de Aragón y Vida de D. Fernando. Álvaro Gómez, De rebus gestis. Oviedo, Quincuagenas, Q. I, Est.
El personaje que acompañaba al mariscal de Grammont, que vino á la corte de España el año de 1659, como enviado extraordinario de Luis XIV, habla en una carta á su hermana de una fiesta que se celebró en el palacio antiguo ó alcázar en honor de este enviado . «Lo mejor de todo, escribe, y lo que yo dejo para lo último como bocado más sabroso, es la comedia que fué ayer por la noche representada.
Urquiola hablaba al doctor con el mismo aplomo que si estuviera en el café ó en la sociedad de San Luis Gonzaga, rodeado de aquella juventud piadosa y elegante que le tenía por capitán.
Acaso un día don Luis llegase a apreciarle, aunque fuera por egoísmo: él se sentía con fuerza bastante para fabricar la celebridad de aquel hombre a cambio...
No habrá oído usted decir punta a la madrileña, tacón Isabel II o hechura española, como se dice punta a la florentina, zapato Richelieu, tacón Luis XV, hechura inglesa.
Oración á la muerte de Lope de Vega, por el doctor Luis Cardoso. Para formarnos una idea de la ligereza de Montalván, al estampar estas cifras, diremos, que, después de afirmar que los regalos de los grandes, recibidos por Lope, ascendían en su conjunto á 10.000 ducados, añade luego que sólo del duque de Sesa había recibido 24.000.
El sargento le conocía, y a pesar de que momentos antes había dado de culatazos a todos los que pasaban por la calle con trazas de jornalero, toleraba resignado los brindis del señorito. ¡Adelante, don Luis! decía con tono de ruego. Váyase usted a casa: esta noche no es de alegrías. Bueno... me voy, respetable veterano. Pero antes me bebo otra copa... y otra, tantas como son ustedes.
El autor y cabeza principal de ella, Luis Laso de la Vega, era de casta de los cholos, mas español que indio, y se hallaba sirviendo en calidad de sargento de aquellas milicias, á quien acompañaba un génio audaz y algunas particularidades que le hacian distinguir entre los suyos.
Palabra del Dia
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