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Actualizado: 5 de mayo de 2025


Sintió que se apoderaba de su ser una voluptuosa languidez; cerró los ojos; se concentro en mismo; oprimiose el corazón para sacar de él algunas lágrimas; pero todo fue inútil.

Los más tienen la barba cortada a lo Jesucristo. Muchos ojos negros almibarados y rosas en las mejillas. Inclinan la cabeza con una languidez entre romántica y cachazuda; aquello lo mismo puede significar: «Señorita, abrigo una pasión secreta, que...». «Señorita, ni la paciencia de Job... pero tendré paciencia».

También Amaury sentía en alto grado el influjo de aquella noche cuyas ardientes emanaciones aspiraba también él; pero lo que derramaba sobre Magdalena una suave languidez hacía circular torrentes de fuego por las venas de su novio.

Porque los bostezos delatan sueño que no puedes tener, o languidez de estómago que bien puedes tener porque almorzaste muy poco. ¡Qué esperanza! He almorzado el doble de lo habitual. Mañana, en la posta del Paso, almorzarás el triple del doble y pasado mañana en la «Celia», el cuádruple del triple. Mira que eres exagerado repuso Lorenzo riéndose.

Su cuerpo, fatigado por la mala noche y el cansancio de la espera, acabó por asimilarse el alimento, sumiéndose en una dulce languidez que no había sentido en mucho tiempo. Gabriel pudo adormecerse, y así estuvo más de una hora, inmóvil en el sofá, cortándose varias veces su desigual respiración con el estertor de la tos cavernosa, que no llegaba a desvanecer su sueño.

La inocencia de Edelmira era tan poco espantadiza que Paco hubiera podido propasarse a pisarle un pie sin que ella protestase a no sentirse lastimada. «Además, pensaba la joven, estas son cosas de aquí»; la tradición contaba mayores maravillas de la casa de los tíos. Obdulia, sentada enfrente, miraba a veces con languidez a la rozagante pareja.

»Como él es tan menudito de formas y parece, por el estilo de sus cartas, la misma languidez en carne y hueso, me temo mucho que no sirva maldita la cosa para la vida que hacemos aquí. Si resulta esto verdad, y por miramientos de cortesía tenemos que acomodarnos nosotros a su modo de andar... ¡entonces que me voy a divertir! Hoy por hoy, me apuran un poco estas dudas.

De vez en cuando se miraban unos a otros con miradas centelleantes, como dispuestos a devorarse; pero luego caían de nuevo en el abatimiento y la languidez.

Aquel trabajo febril me ocupó hasta hora muy avanzada de la noche. Por fin pareciome que había terminado una tarea ineludible; todas las fibras irritadas se relajaron, y ya al amanecer, cuando despertaban los pajarillos, me dormí presa de la más deliciosa languidez. Al otro día Oliverio me habló de mi encuentro con sus primas, de mi turbación, de mi huida. Haces misterio me dijo, y te equivocas.

Más allá del faro, el furioso golfo de Gascuña; dentro, el agua soñolienta y la languidez de una ola muda, que no causa más estrépito que el que producir puede un piececito sobre la elástica almohada del alga marina con que se afirma una capa de arena muy reblandecida.

Palabra del Dia

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