Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de junio de 2025
Luego añadió, con un acento de infantil ligereza que contrastaba con su máscara trágica y el brillo lunar de sus ojos: Mira, en vez de irte a América, de escribir versos y todas esas ambiciones de judío que te vienen de pronto por ganar dinero debías ser uno de éstos; albañil, por ejemplo: no, albañil no; podías caerte de un andamio, ¡pobrecito mío!... Carpintero; eso es; o ebanista... Ebanista mejor.
Yo no pierdo mi felicidad tan fácilmente... Y si te empeñas en irte, partiremos juntos. Leonora se irguió estremecida. Esperaba aquello; se lo decía el corazón. ¿Escapar juntos los dos? ¿aparecer ella como una aventurera que se lleva tras si a Rafael después de enloquecerle de amor arrancándole de los brazos de su madre? ¡Oh, no! muchas gracias.
Mi mujer nos aguarda para almorzar... ¡Oh!... Un almuerzo sencillo, después del cual podrás irte a descansar... Te advierto, querido, que esta tarde te será preciso sufrir una pequeña molestia... En honor tuyo, hemos invitado a algunas personas a comer. ¡Diablo! murmura Delaberge visiblemente contrariado. No esperaba eso...
21 Y oyendo Adad en Egipto que David había dormido con sus padres, y que era muerto Joab general del ejército, Adad dijo a Faraón: Déjame ir a mi tierra. 22 Y le respondió Faraón: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? Y él respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir.
Perdone usted, caballero; yo pensaba... no quería irme sin saber... Gracias por tu cuidado. Pero tranquilízate: yo estoy aquí para asistirla. Puedes irte cuando quieras. ¡Adiós! ¡Hasta la vista! ¡Adiós! repitió el doctor lanzándole una mirada glacial. Después empujó la puerta, que volvió a cerrarse en seguida. Amaury quedó como clavado en el sitio en que estaba, inmóvil y como aturdido.
En seguida la rompió en pedacitos y la tiró a la chimenea, diciendo, como para que yo me hiciese cargo: «Ya se cansará.» Después me se quedó mirando clavá, y dijo: «Muchacha, ¿tú te has empeñao en irte a servir a otro lao?» Don Juan hizo un gesto de disgusto: Julia prosiguió. Pero lo que yo me digo: cuando no me ha despedío ya..., es güena señal.
Era esta una morenita muy agraciada, que no tenia mas que mil y quinientas varas de estatura, pero que con sus gracias reparaba lo chico de su cuerpo. ¡Ha cruel! exclamó, despues que te he resistido mil y quinientos años, quando apénas me habia rendido, no habiendo pasado arriba de cien años en tus brazos, ¡me abandonas por irte á viajar con un gigante del otro mundo!
Pues nada... Estaba la noche tan hermosa que no tuve ganas de acostarme... y andaba dando vueltas esperando el sueño. Está bien repuso mirándole de arriba abajo con ojos recelosos y severos. ¿Y aún no te ha llegado el sueño? No, señor. Pues mira, hijo, lo mejor que puedes hacer es irte á la cama, porque te expones á quedar dormido en mitad del arroyo.
-No más, Sancho -dijo a este punto don Quijote-. Tente en buenas, y no te dejes caer; que en verdad que lo que has dicho de la muerte por tus rústicos términos es lo que pudiera decir un buen predicador. Dígote, Sancho que si como tienes buen natural y discreción, pudieras tomar un púlpito en la mano y irte por ese mundo predicando lindezas...
O qué medio hay que nos cuadre? A una torre de mi padre Me pienso ir á esconder. Amigo, bien puedes irte, Que yo estoy tan flaco y laso De hambre, que un solo paso No puedo dar ni seguirte. Qué, no quies venir? No puedo. Si no puedes caminar, Ahi te havrá de acabar La hambre, la espada, ó miedo. Y voime, porque ya temo Lo que el vivir desbarata, O que la espada me mata, O que en el fuego me quemo.
Palabra del Dia
Otros Mirando