Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de julio de 2025
Pasamos muchas calles, muchas plazas, muchas travesías, muchas callejuelas, que no parecen de Paris, y al atravesar la calle del famoso y novelesco Temple, presenciamos, á despecho nuestro, una escena muy fea y muy repugnante. ¡El egoismo es la más voraz de todas las fieras, el más rastrero de todos los reptiles, el más asqueroso de todos los insectos!
Aquello era un ruido espantoso, discordante, que dominaban con notas sobreagudas los «¡yu, yu, yu!» de las mujeres árabes de un aduar vecino que acudieron corriendo. Parece ser que en ocasiones un gran ruido, un estremecimiento sonoro del aire, aleja la langosta y le impide descender. Pero, ¿dónde estaban esos terribles insectos?
Todo este universo tan rico y tan vario, todos los seres grandes y pequeños, los astros como los insectos, tienen suspendida su existencia de un hilo muy delgado, el hilo de la conciencia. El mundo guarda mucha semejanza con un sueño, una quimera... Y de ese Dios creador de las cosas, padre de los hombres, ¿qué sabemos? Jamás sabremos nada.
El rumor creciente, avasallador, de los insectos se había apoderado de la atmósfera enardecida. El grito suave, límpido, aflautado, del sapo rompía una que otra vez la monotonía de este rumor confuso y mareante.
Por fin, la última casa queda detrás, y nos encontraríamos completamente solos si algunas obscuras embarcaciones, parecidas á grandes insectos, no bogaran por el río.
La sombra se colora con la pincelada roja y fugaz del disparo surgiendo de las ruinas. De las profundidades lóbregas contestan otros fulgores mortales. En el ambiente negro zumban los proyectiles, invisibles insectos de la noche. Al amanecer será el ataque arrollador, irresistible.
Era estupendo, fenomenal que un ser cuya importancia social había sido casi semejante a la de los insectos, fuera causa de encender muchas luces, de tender muchos paños y de poner roncos a sochantres y sacristanes. Esto, a fuerza de ser extraño, rayaba en lo chistoso. No se habló de otra cosa en seis meses.
En rústica, 5 pesetas; en tela, 7. =Costumbres de los insectos=, con grabados y 16 láminas fuera de texto, según fotografías de P. H. Fabre, y portada en color. En rústica, 5 pesetas; en tela, 7. =La vida de los insectos=, con grabados y 11 láminas fuera de texto, según fotografías de P. H. Fabre, y portada en color. En rústica, 5 pesetas; en tela, 7.
Luego, pasados minutos ú horas, se oye un murmullo subterráneo y he aquí el agua que sale nuevamente de su cárcel de piedra, para devolver la vida á las raíces y las flores; con sus argentinos sonidos anuncia alegremente su resurrección á los insectos ocultos entre el césped, á todo un mundo infinitamente pequeño que esperaba su despertar para despertar ellos mismos.
En la edad antigua, aun más antigua que la actual, cuando las aves y los insectos revoloteaban sin temor bajo los rayos del sol y no se conocía aún el crimen... MARCIO. ¡Escuchad! ¡Escuchad! ESCIPIÓN. ¿No habría modo de abreviar un poco? MARCIO. No, no es posible. ESCIPIÓN. Pues se dormirán. MARCIO. ¿Creéis? ESCIPIÓN. ¡Claro!
Palabra del Dia
Otros Mirando