Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de julio de 2025


Pero su madre no ha hecho nada y va á llorar lágrimas del corazón. Su hermana es inocente y vamos á aniquilar su porvenir... Sorege cambió de expresión y dijo abandonando su calma: ¡No me hable usted de su hermana! Odio á toda esa gente y á su hermana más que á los demás ¿entiende usted? Tuve el valor de pretenderla y me rechazó... ¡No lo olvidaré!

Pero el cielo se las dió bastantes para tomar entera y justa satisfacion de la sangre inocente de Coradino por medios tan ocultos, que no se supieron hasta que la misma ejecucion los publicó.

Nada caracteriza á un niño como su estilo, aquel genuino modo de expresarse y decirlo todo con cuatro letras, y aquella gramática prehistórica, como los primeros vagidos de la palabra en los albores de la humanidad, y su sencillo arte de declinar y conjugar, que parece la rectificación inocente de los idiomas regularizados por el uso.

No hay sólo concupiscencia en la carne: la hay en el espíritu. Y si hay espiritualismo divino, no deja de haberle diabólico, y más común y frecuente por desgracia. Ahora bien: yo entiendo que este espiritualismo diabólico, y no el divino, es el que nos aparta de la naturaleza y de su amor inocente.

Sea usted tranquila, Xuantipa; póngase usted tranquila. ¡Tranquila, tranquila!... Si es para tocarse del queso. Esto se lo lleva la trampa, porque no hay un hombre aquí. ¿Qué va a ser de ? ¿Qué va a ser de esa pobre neñina inocente? Porque yo, bien lo sabe Dios, perdono, hago como que no .

Y bien, Celestina dijo Francisca, San Pablo es un gran santo... , señorita respondió respetuosamente Celestina, que pareció mirar a Francisca con mejores ojos. No es como ese inocente... ¿Qué inocente? interrogó Francisca asombrada. Ya te contaré eso dentro de un momento dije.

La joven, con frases delicadas empapadas de ternura, le habló de su futuro hijo; un clavito que remacharía de modo inquebrantable la unión de sus almas. Aquel niño para el cual todo el mundo estaba ya trabajando en la casa, disiparía con su sonrisa inocente las nubéculas que sombrearan por un instante el amor de sus papas.

Marta unió las manos y dijo con voz suplicante, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas: ¡Ah, señora! comprendo vuestra justa cólera, pero dejadme explicaros cómo sucedió esa desgracia. Quizá veais en mis palabras una razón para no ser inexorable con vuestra pobre e inocente sirvienta... No os andéis con tantas vueltas, os digo. Yo llevé con vuestro permiso a la señorita a casa del guarda.

O yo no comprendía la caridad, y me engañaba. O yo no comprendía el amor; y me engañaba también. Esto quería decir, que respecto a ciertas sensaciones, mi corazón era inocente, o mejor dicho, estaba virgen. Lo que puedo deciros es: que el recuerdo de Amparo se fijó en mi pensamiento, fresco, puro, consolador, lleno de encantos y de consuelos.

Al mirar a su hijo, la llama de su ira se avivó más. «¡Decir que no es hijo de su padre...! ¡Qué infamia! La despedazaría sin compasión ninguna. ¡Inocente!, ¡tan chiquito y ya le quieren deshonrar! Pero no le deshonrarán, no, porque aquí está su madre para defenderle; y al que me diga que este no es el hijo de la casa, le saco los ojos.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando