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Actualizado: 19 de junio de 2025
Lo contrario se observa en el Amphitrión, publicado en 1515 por Francisco de Villalobos, médico de Fernando el Católico y de Carlos V, que tradujo en prosa los versos de Plauto, suprimiendo y acortando varias escenas, para imprimir mayor interés á la acción dramática.
Nadie lo puede descubrir.... ¿Pero es cierto, Clara que quieres tanto á ese muchacho? dijo Bozmediano, queriendo imprimir á sus palabras cierto tono de jovialidad, que estaba muy lejos de tener en aquel momento. El joven galanteador había errado el tiro; el aventurero de amor creyó que había deslumbrado á Clara con la conversación de sus dos primeras visitas.
¿Cómo lo has sabido? Esa cofradía ha mandado imprimir unos reglamentos en casa de Lozano, donde yo estuve ayer; él tiene prisas, me ha pedido que le hagamos aquí la tirada, y con este motivo, estuvo hablándome de esas Hijas de la Salve, y me lo ha contado todo. Lozano es hombre formal, incapaz de mentir, y, vamos, son cosas que no se inventan.
En sus costumbres y afectos se vislumbra siempre á España y al siglo XVII. Esta propensión á imprimir espíritu nacional en elementos extraños, no merece nuestra censura; pero parece que estos asuntos inspiran más débilmente al poeta, tan español en todo; por lo menos casi todas las comedias de esta clase son inferiores á las demás.
Según en el colofón se expresa, esta obra, dividida en dos volúmenes, se acabó de imprimir el día 31 de Julio del presente año . El primor y la elegancia de la nueva edición dan claro testimonio del buen gusto del impresor, de su pericia y de su devota admiración a las letras españolas.
Si yo pudiera imprimir esta máxîma en el comun de los hombres, sé ciertamente que serían mas racionales, y menos sensibles. Para conocer esto, haré ver algunos errores freqüentes en el comercio civil, y este conocimiento podrá servir para evitar muchos otros, siendo imposible proponerlos todos.
Pero ¡ah! tocamos a otro inconveniente; supongo yo que no apareció el autor necio, ni el actor ofendido, ni disgustó el artículo, sino que todo fue dicha en él. ¿Quién me responde de que algún maldito yerro de imprenta no me hará decir disparate sobre disparate? ¿Quién me dice que no se pondrá Camellos donde yo puse Comellas, torner donde escribí yo Forner, ritómico donde rítmico, y otros de la misma familia? ¿Será preciso imprimir yo mismo mis artículos? ¡Oh, qué placer el de ser redactor!
El editor que compraba y publicaba sus lucubraciones, no era tan resuelto en el pagar como en el imprimir, achaque propio de quien comercia con el talento; y D. Marcos, cuyo nombre sonaba desde las márgenes del Guadalete hasta las del Llobregat, desfallecía cubierto de laureles, sin más oro que el de su fantasía, ni otro caudal que el de su gloria.
La insistencia de Elena en bailar con el mismo jovenzuelo había acabado por imprimir en su rostro un gesto de descontento igual al que mostraba Torrebianca. Siempre que pasaba ella en brazos de su danzarín, sonreía á Fontenoy con cierta malicia, como si gozase viendo su cara de disgusto.
Basta haber insinuado esto de la bárbara idolatría de los Manacicas para que se pueda hacer algún concepto de los trabajos y fatigas que padeció el venerable P. Lucas en ganarlos para Cristo. Acabóse de imprimir el tomo XII de la COLECCIÓN DE LIBROS QUE TRATAN DE AM
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